|
|
|
Desde hace más de treinta y tres años, el ejercito marroquí ocupa un territorio que invadió por la fuerza: el Sáhara Occidental, frente a las Islas Canarias. Marruecos sigue negándose a cumplir las Resoluciones aprobadas por la ONU, para concluir un proceso de descolonización inacabado, y pretende sencillamente anexionarse el Sáhara. En las zonas ocupadas por Marruecos persisten las detenciones arbitrarias, las torturas, la falta de garantías ante la Policía y ante los Tribunales, y continúa la persecución a través de juicios penales, con marcado móvil político, contra líderes saharauis cívicos, sociales y defensores y defensoras de los Derechos Humanos.
Del mismo modo, el pueblo marroquí es obligado a vivir bajo los dominios de un régimen anclado en el pasado que desprecia los derechos fundamentales de quienes viven bajo su influencia, especialmente los del Pueblo Saharaui.
De acuerdo al Derecho Internacional, solucionar el conflicto del Sáhara Occidental no es difícil. Es posible diseñar una solución en unas pocas horas con la simple organización de un referéndum de autodeterminación libre, democrático y regular. No se trata de un conflicto étnico, ni religioso o el de dos pueblos por un solo territorio, es un caso claro de ocupación ilegal y por la fuerza de un territorio.
Por ello, debemos denunciar enérgicamente la actitud del Estado Español y su privilegiada relación con la monarquía Alaui. Como Potencia Administradora, responsable política y jurídicamente de la tragedia que sigue viviendo aún hoy el Pueblo Saharaui, el Estado Español debe contribuir de manera honesta a la solución justa y definitiva del conflicto del Sáhara Occidental y desde luego debe abstenerse de continuar facilitando material militar al régimen marroquí, tal y como, vulnerando cualquier código de conducta sobre el comercio de armas, ha realizado en dos ocasiones a lo largo del presente año (meses de enero y junio).
Igualmente, como ciudadanos y ciudadanas europeas, debemos denunciar la actitud de la UE que comete un acto contrario a la legalidad internacional al firmar con Marruecos un acuerdo de pesca que incluye ilegalmente las aguas jurisdiccionales del Sáhara Occidental. Es otro acto más de explotación ilegal de las riquezas naturales del Pueblo Saharaui, sobre las cuales el derecho internacional le reconoce soberanía permanente.
Ali Salem Iselmu, poeta saharaui exiliado en el Estado Español, en su último libro ?La música del Siroco?, expresa de inigualable manera el sentir de este pueblo con el poema titulado DECIRLES:
Decirles que la tierra no es de ellos,
que la gente no es de ellos,
que las piedras necesitan ser libres.
Decirles que el desierto solo conoce
a los nómadas, dueños del sol y el viento.
Que el Aaiun duerme
para quedarse sin sentido,
que quien niega
será negado por la ternura
de esas voces melancólicas y sedientas.
Decirles que no hay más espera
que la espera del reencuentro
renacido del polvo de la libertad.
Esta es LA VOZ DEL PUEBLO SAHARAUI,
Un pueblo pequeño, forjado en el desierto, que sigue buscando su libertad, construyéndola cada día, tanto en el refugio como bajo la ocupación, combatiendo en una desigual contienda contra el olvido impuesto. Un pueblo que a lo largo de todos estos años de sufrimiento ha dado pruebas de resistencia, dignidad y determinación por recuperar la libertad y construir su futuro en paz, democracia y libertad.
Nosotras y nosotros, miles de personas solidarias con un pueblo hermano, caminaremos siempre a su lado, hasta el día del ansiado retorno a su territorio.
¡¡EL SAHARA NO SE VENDE, DE RENDIRSE MEJOR NI HABLAMOS!!
|
|
|
|
|