Quince años sin Guillem y han pasado tantas cosas. Éramos más jóvenes, más impulsivos, la cabeza nos bullía con la certeza de que todo es posible y todos los días eran buenos para luchar, pero siempre recordaremos aquella fatídica tarde de abril en la que perdimos la inocencia política. Un grupo de neonazis segaba la vida de nuestro compañero y muchos de nuestra generación despertamos bruscamente del sueño dulce de la sociedad democrática ideal que amparaba valores como la paz y la tolerancia.

En el País Valenciano algo no iba bien. Volvía a correr la sangre por motivos políticos cuando pensábamos que la Transición ya quedaba muy lejos y, para sorpresa nuestra, la sociedad valenciana no cerró filas unánimemente para rechazar el asesinato de Guillem. Antes al contrario, en cierto medio de comunicación muy influyente en la cabeza y casal se quiso presentar la víctima como verdugo y se escarnio su memoria y la de sus compañeros. El proceso judicial y la posterior sentencia también nos dejaron la sensación amarga de que no se había hecho justicia.

Pasados los años nos duele en el alma comprobar cómo ese hecho siniestro no fue más que un punto álgido de una serie de agresiones que han ido produciendo ininterrumpidamente hasta nuestros días. Continúan las amenazas y los ataques a partidos, sindicatos, colectivos de izquierdas y asociaciones de ayuda a los inmigrantes. Nos despertamos demasiadas mañanas con la noticia que han agredido a alguien por sus ideas, por su lugar de procedencia, por su opción sexual o simplemente por hablar en valenciano. Todo ello hasta 600 agresiones de la extrema-derecha en el País Valenciano del año 2007 según el informe Raxen elaborado por el Movimiento Contra la Intolerancia. Y entre todos estos sucesos no queremos olvidar el asesinato de dos inmigrantes marroquí en Sagunto en 2005 y en Castellón en 2004, de un indigente búlgaro en Alicante en 2002 o de un trabajador de Túnez en 2001 en la ciudad de Valencia.

Pensamos que es nuestro deber como ciudadanos denunciar esta situación y exigir a las autoridades que velen por los derechos de todos y todas. Es inadmisible que en una sociedad que se autocomplace de llamarse democrática asistamos a esta espiral de violencia sin que nadie haga nada. Queremos resultados, y pensamos que es obligación del delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, y de la administración de justicia actuar ante esta lacra. Y más cuando los grupos que promueven el odio racial y antidemocrático están perfectamente identificados.

Por todo ello y para homenajear a nuestras víctimas nos reunir el próximo 16 de diciembre en el Teatro Tívoli de Burjassot. Será un acto de recuerdo y de justicia para toda la gente que ha plantado cara a la bestia fascista. Por los combatientes represaliados en la Guerra Civil, por todos los afectados por la violencia de la extrema-derecha en la Transición y hasta la actualidad. Contaremos con la presencia de testigos de estos episodios de nuestra historia y en él intervendrán destacadas personalidades del mundo cultural y social. Parlamentos, videoproyecciones, teatro y canciones para recordar toda aquella gente que dieron lo mejor de sus vidas por nosotros.

Te esperamos el martes en Burjassot. Para hacer justicia, para hacer memoria, para exigir y para emocionar-nos. Para poder mirar a los ojos a nuestros nietos sin tener que bajar la cara. Quince años después, Guillem Agulló, la lucha continúa.

11.12.08
JOSEP NADAL - NATXO CALATAYUD*
* Comisión 15 años sin Guillem

Artículo de opinión publicado en el diario Levante-EMV

Visita la Web del Homenaje:
http://homenatgeantifeixista.blogspot.com/

Organizan:
Comisión 15 años sin Guillem Agulló
Centro Social Tierra
Foro por la Memoria del País Valencià
Antifeixistes.org