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Agresión racista a un equipo de fútbol en Cataluña.

    El Club Atlético Rosario Central de Cataluña es un equipo formado por jugadores de siete nacionalidades distintas (argentinos, uruguayos, bolivianos o marroquíes) y el Bada Bing, integrado por miembros reconocidos de los Boixos Nois, que ya fue expulsado de la Liga en 2006 cuando se llamaban "Lope de Vega". Con cambiarse de nombre, han vuelto sin ningún problema y siguen jugando aunque este año les han suspendido ya 4 partidos de 14.

Este sábado se enfrentaban ambos equipos en el encuentro de la Tercera División Regional Catalana.

En la grada había otros 30 o 40 ultras con pinta de skinheads, algo que sucede cada vez que el Bada Bing se enfrenta a un equipo donde jueguen extranjeros

Por eso, durante toda la semana los de Rosario Central pidieron protección policial a la Federación Catalana y a lo largo del partido llamaron hasta 3 veces a los Mossos d'Esquadra. No fue nadie y hasta después de los incidentes no apareció una patrulla de la Guardia Urbana con los que llegaron a enfrentarse los Boixos sin que hubiese ninguna detención.

Cuando transcurría el minuto 20 de la segunda parte, y Rosario Central ganaba al Bada Bing 3-1, y dos jugadores de Rosario hartos de tanto insulto y tantas patadas amagaron con irse del campo. En ese momento, todo el equipo de Bada Bing empiezan a agredirles mientras los de la grada se van a los coches a por bates de beisbol. Les dan una paliza y acaban diez integrantes de Rosario Central (el presidente, la secretaria, el director técnico y siete jugadores) en el hospital: uno con los dientes rotos, otro con la cara partida por varios sitios y completamente desfigurada y el más grave, que ha pasado la noche en el Hospital del Mar y ha sido dado de alta, sufre una fisura en la costilla, la oreja derecha casi desprendida por lo que le han tenido que dar diez puntos de sutura y le tienen que hacer pruebas en el oído porque podría haber perdido audición.

El árbitro era peruano y le estuvieron insultando durante todo el partido. En cuanto empezaron los incidentes, se encerró bajo llave en el vestuario y no salió hasta que llegó la Guardia Urbana. El colegiado, como intuía lo que podía suceder, llevó a un amigo para que lo grabase todo en video y puso en el acta que aportaría las imágenes como prueba. Los Mossos d'Esquadra le han requerido el video de la agresión y le ha prohibido que se lo entreguen a nuestros compañeros de Cuatro.

La secretaria de Rosario Central sacó fotos de toda la paliza, pero 7 Boixos Nois la vieron y cuando se negó a darles la tarjeta de memoria, la partieron un palo de escoba en la cabeza y se la quitaron.

Los jugadores de Rosario Central han puesto una denuncia contra los ultras que le dieron la paliza y se están planteando poner otra contra la Federación Catalana de Fútbol por negligencia, al no avisar a la Policía y por pemitir que los Boixos Nois sigan jugando al fútbol.


MOVIMIENTO CONTRA LA INTOLERANCIA PIDE A LA COMISIÓN ANTIVIOLENCIA LA MÁXIMA APLICACIÓN DE LAS SANCIONES PREVISTAS EN LA LEY CONTRA EL RACISMO Y LA VIOLENCIA EN EL DEPORTE. URGE AL CONSEJO SUPERIOR DE DEPORTES MEDIDAS DE PREVENCIÓN EN LAS CATEGORÍAS NO PROFESIONALES DEL FÚTBOL EN ESPAÑA.

El Movimiento contra la Intolerancia condena la violenta agresión racista que han sufrido los jugadores y directivos, inmigrantes, del equipo de Tercera territorial catalana por parte de ultras del equipo contrario, relacionados con los Boixos Nois, y se solidariza con las víctimas, diez de las cuales han sido trasladadas al Hospital.

En anteriores ocasiones hemos constatado que se están produciendo agresiones racistas en el ámbito de competiciones no profesionales que están pasando inadvertidas en los medios de comunicación y que incluso, los propios afectados desconocen que deben de hacer y como están protegidos por la Ley contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte.

Movimiento contra la Intolerancia solicita a la Federación Catalana de Fútbol la expulsión de la competición del equipo que ha protagonizado los hechos, a la Comisión Antiviolencia, la inhabilitación del Club responsable de ese equipo en los términos previstos por la Ley, y a la Fiscalía, la imputación penal para todos los que han participado en la agresión en sus diferentes niveles de implicación.

Lamentamos que sea a partir de hechos muy graves cuando se tengan que adoptar medidas de prevención que deberían de realizarse al respecto, en especial la necesaria presencia policial cuando es requerida por el Delegado de Campo y el Club que interprete el riesgo posible.

Movimiento contra la Intolerancia urge al Consejo Superior de Deportes que alerte a las Federaciones territoriales de Fútbol ante la posible existencia de hechos xenófobos y violentos en categorías regionales para que procedan a mejorar los niveles de prevención y de actuación rápida ante hechos graves de violencia, racismo, xenofobia e intolerancia en deporte, significados en la Ley vigente.