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27 DE ENERO. EN MEMORIA DEL HOLOCAUSTO

    Recordamos hoy, en el Día de la Memoria del Holocausto y por la prevención de los Crímenes contra la Humanidad, el exterminio de los judíos de Europa junto a otros colectivos víctimas de la barbarie nazi. Fue la Asamblea General de Naciones Unidas quien aprobó esta fecha en homenaje a la liberación del campo de exterminio de Auschwitz ; su Secretario General lo describió como "un importante recordatorio de las enseñanzas universales del Holocausto, atrocidad sin igual que no podemos simplemente relegar al pasado y olvidar", agregando que "las Naciones Unidas tienen la responsabilidad sagrada de combatir el odio y la intolerancia. Si las Naciones Unidas no están a la vanguardia de la lucha contra el antisemitismo y otras formas de racismo, niegan su historia y socavan su futuro " .

Sin embargo el antisemitismo aún no ha desaparecido y así se observa en bastantes países donde ciudadanos judíos y sus bienes han sido víctimas de ataques antisemitas, sin que la comunidad internacional haga lo suficiente para evitarlo. Se han producido atentados terroristas, incendiado sinagogas, profanado cementerios judíos, han aparecido pintadas que incitan a mandar a “los judíos a las cámaras de gas”, además de numerosas agresiones físicas en distintas ciudades, junto a la difusión de textos antisemitas en medios de comunicación e Internet. Sin olvidar las amenazas de holocausto nuclear vertidas por el máximo responsable del régimen iraní.

España no está al margen del problema. El rechazo a las personas y a la comunidad judía también está presente en nuestra sociedad, incluso en las escuelas donde un reciente estudio del Observatorio Escolar de la Convivencia recogía que uno de cada dos adolescentes, afirman que “no compartirían el pupitre con un niño judío”. Y poco ayuda la sentencia del Tribunal Constitucional despenalizando la negación del Holocausto que está siendo aprovechada por los denominados “negacionistas” para promover la falsificación de la historia de la gran tragedia vivida en Europa bajo el régimen nazi.

Diversas voces hemos pedido al Gobierno y a los partidos políticos un impulso en la lucha contra el antisemitismo y un serio compromiso para garantizar que el “negacionismo” siga siendo un delito penal. Así lo recomienda la Resolución de Naciones Unidas sobre la Negación del Holocausto, firmada por España, y la reciente Decisión Marco de la Unión Europea sobre racismo y xenofobia que incluye el acuerdo de extender la penalización del negacionismo a toda la Unión Europea.

Otra tarea pendiente es la realización de programas de Educación sobre el Holocausto, para transmitir a las nuevas generaciones la necesidad de combatir el odio y la intolerancia en todas sus formas. Es lógico porque la Shoah es y seguirá siendo la página más trágica de la historia europea. También lo demandan la Unión Europea, la OSCE y el Consejo de Europa, al insistir en la sensibilización, en la memoria y en los valores democráticos. El pensamiento genocida nazi podía haber terminado destruyendo nuestro continente aunque, a su vez, la conciencia del desastre ayudó a los pueblos europeos a unirse en democracia y en profundo respeto por la dignidad de las personas y los Derechos Humanos.

No obstante hemos de lamentar que todavía en España no haya cultura y tradición preventiva del antisemitismo, tal como señalaba la presidenta de Honor de Movimiento contra la Intolerancia, superviviente de Auschwitz, nuestra querida Violeta Friedman, incansable hasta el último aliento de su vida en una persistente labor escolar de sensibilización. De ella y de otros supervivientes tuvimos la oportunidad de aprender y de interiorizar su mensaje de trasladar a las nuevas generaciones un compromiso con la educación para la tolerancia y de justicia para con las víctimas.

Conviene mencionar a otro superviviente y Premio Nobel de la Paz, Elie Wiesel, quien insistía en recordar, por la seguridad de todos, que “la memoria puede ser nuestra única respuesta, nuestra única esperanza de salvar al mundo del castigo final.” Y añadía que “sin memoria, el ser humano entra en una soledad de silencio e indiferencia”, para sentenciar que “quién no recuerda pierde su humanidad”. En fin, fue forjándose de forma colectiva una memoria solidaria que pensábamos era suficiente para cerrar las puertas al fanatismo y a la barbarie.

Sin embargo tras el último ciclo bélico de terrorismo y guerra en torno al sempiterno conflicto Palestino-Israelí, el antisemitismo ha emergido públicamente a nivel internacional y de manera evidente en España. La oleada de antisemitismo se ha hecho obscenamente visible en centenares de webs, blogs y foros de internet y en numerosos espacios de fuerte agitación social. Un antisemitismo también lamentablemente presente en no pocos medios de comunicación, respetables y respetados, pero poco cuidadosos en diferenciar el legítimo debate al respecto de este conflicto, incluso la crítica política, de las soflamas que alimentan la judeofobia. Error al que se han sumado algunos representantes políticos e institucionales que deberían de haber mostrado el mismo rigor y prudencia con el que se abordó la tragedia del 11-M para evitar el crecimiento de la islamofobia.

Hoy hay mucho más antisemitismo en España que hace un año, cuándo nos veíamos en esta misma Asamblea de la Comunidad de Madrid en recuerdo de las víctimas de la Shoah. Y esto es nuestro fracaso porque no estamos previniendo el problema, porque no estamos educando en su conciencia, porque estamos actuando como si fuera algo del pasado, de la Historia, sin percibir que en tiempos como los actuales, de crisis económica y crecimiento de la xenofobia, no faltan quienes alimentan la judeofobia diciendo que la crisis es obra de los de siempre, del sumergido y en la sombra, complot de Sión.

Es momento de dolor y respeto, de recuerdo y compromiso; también es momento, de que la sociedad civil exprese en palabras la invitación al compromiso frente al peligro que representa el antisemitismo para la sociedad en su conjunto, y no solo para la comunidad judía, como verdadero paradigma de la intolerancia. Un compromiso que no debe esperar, como manifestaba Primo Levi, en sus preguntas con respuesta:

“¿Quién?, sino Tú. ¿Cuándo?, sino Ahora. ¿Dónde?, sino Aquí.

Un compromiso que debe de alcanzar a los medios de comunicación social que tienen una especial responsabilidad como transmisores de valores y a los que hacemos un llamamiento para que actúen de acuerdo a los códigos deontológicos propios del periodismo y no reproduzcan estereotipos que puedan fomentar el antisemitismo.

Hoy anunciamos la voluntad de un grupo de personas, entre las que me encuentro, de promover en España una permanente Iniciativa Ciudadana contra el Antisemitismo, a la que les invitamos se sumen y participen. Una iniciativa que en breve pondrá en marcha un Observatorio del Antisemitismo, con ánimo constructivo y de colaboración leal con las instituciones democráticas y también, con un espíritu profundo sintetizado en dos palabras: Nunca Más!.

Desde este Observatorio sacaremos a la luz los errores que alimentan la judeofobia y también las malas intenciones de quienes estimulan conscientemente el antisemitismo.
Traduzcamos nuestras palabras en hechos y que nuestro compromiso con los mártires de la Shoah no solo sea gestual, es hora de vigorosas acciones sociales e institucionales contra el antisemitimo.

Por los seis millones de judíos exterminados por los nazis, por las víctimas del pueblo gitano, homosexuales, discapacitados y otros colectivos perseguidos por el nazismo, por el millón y medio de niños aniquilados en las cámaras de gas, por los ciudadanos españoles, tanto republicanos como sefardíes, que sufrieron en los campos de concentración de Mathausen, Bergen-Belsen y muchos otros, por los “Justos entre las Naciones” que arriesgaron sus vidas para salvar a los perseguidos, por las víctimas de todos los Genocidios y Crímenes contra la Humanidad, por todos ellos y para preservar a nuestras generaciones futuras del horror : ¡HOLOCAUSTO, NUNCA MAS!

Shalom Aleichem

Esteban Ibarra
Presidente de Movimiento contra la Intolerancia