La Audiencia de Barcelona acoge a partir de este lunes el juicio contra los responsables de la desaparecida Librería Kalki de la capital catalana y de una editorial de Molins de Rei por comercializar libros y productos de ideología nazi. Los cinco acusados se enfrentan a penas de entre cinco y ocho años de cárcel y multas de hasta 27.000 euros.
En su escrito de acusación, el fiscal sostiene que, enero y julio de 2003, los procesados vendieron, a través de la librería -en la calle Argenter del barrio de Sant Pere- y de su página web, todo tipo de publicaciones en las que se niega el genocidio sufrido por los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
Algunos de los libros también incitan a la discriminación, la exclusión y la eliminación de distintos grupos raciales, y exaltan y justifican los regímenes fascistas totalitarios basados en la supremacía de la raza aria. La venta de este tipo de libros constituye, para el fiscal, un delito continuado de difusión de ideas genocidas y otro contra los derechos fundamentales y las libertades públicas.
El fiscal pide que se condene al responsable de la Librería Kalki, Óscar P.G., al propietario de la editorial, Juan Antonio L.S., y al presidente del Círculo de Estudios Indoeuropeos (CEI) -una asociación de ideología neonazi camuflada como ente cultural sin ánimo de lucro-, Ramon B.P., a cinco años de prisión por esos dos delitos, así como a una multa de 7.200 euros para el primero y de 10.800 euros para los otros dos.
Carlos G.S., que en mayo de 2004 también fue detenido como integrante de la cúpula del CEI -cuya delegación catalana era presidida por Óscar P.G.-, se enfrenta a una pena de cuatro años de cárcel y una multa de 7.200 euros por los mismos delitos.
Además, el fiscal pide que se condene a Óscar P.G. y Carlos G.S. a un año y medio de cárcel y una multa de 9.600 euros por un delito de asociación ilícita, y a Ramon B.P., a tres años de prisión y 16.200 euros de multa. El fiscal pide que se absuelva a un quinto acusado, Juan Carlos G.M.
Las investigaciones empezaron a finales de 2002 tras tener conocimiento de que, a través de la librería y de la editorial, se distribuía este tipo de material. La citada librería vendía los libros editados por la empresa editorial, por lo que los Mossos establecieron un vínculo profesional y comercial entre los dos detenidos.
En los registros practicados, los agentes intervinieron 10.000 libros, cintas de vídeo, revistas, publicaciones en otras lenguas, "fanzines" y esvásticas. La mayoría de las publicaciones se distribuían en Europa, sobre todo en Francia y Portugal, así como en Sudamérica, principalmente en Chile.
El juicio que empieza es el segundo que se celebra por la comercialización de material de ideología nazi en una librería catalana. El primero en sentarse en el banquillo de los acusados por este tema fue el propietario de la Librería Europa del barrio de Gràcia de Barcelona, Pedro Varela, quien fue condenado a siete meses de cárcel después de que el Tribunal Constitucional le rebajara la pena.
El Mundo.es 2.3.09
El dueño de la librería Kalki niega actitudes xenófobas pero defiende el nacionalsocialismo
Barcelona. (Agencias).- El librero Oscar P., acusado de dirigir una organización nazi y de vender obras que justificaban el Holocausto, se ha confesado nacionalsocialista, pero ha renegado de la xenofobia y los movimientos "skins" insistiendo en que su interés por el Tercer Reich es meramente intelectual.
En la Audiencia de Barcelona ha comenzado hoy el juicio contra Oscar P., propietario de la librería Kalki de Barcelona, y otros tres presuntos neonazis, entre ellos el presidente de la organización nacionalsocialista Círculo de Estudios Indoeuropeos (CEI), Ramon B.
La Fiscalía pide penas de hasta ocho años de prisión para los cuatro procesados, a los que acusa de difundir las ideas del genocidio mediante la edición y venta de centenares de libros que justifican el Holocausto nazi, y de conformar una organización que defendía los ideales del Tercer Reich.
Según el fiscal, dicha asociación, cuyos miembros debían vestir un uniforme inspirado en el de las juventudes de las SS, constaba de una organización exterior formada por militantes y simpatizantes y otra interior, llamada Hermandad Aria 'La Orden', cuyo objetivo era "liderar una resistencia activa -incluso armada si fuera necesario-" para instaurar el nacionalsocialismo en el mundo.
Antes del inicio del juicio, el ministerio público ha tenido que modificar sus conclusiones para suprimir los párrafos en los que acusaba a los procesados de cuestionar la existencia del Holocausto, de acuerdo con la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que en 2007 declaró que el negacionismo del genocidio nazi no es delito.
Coincidiendo con el inicio de este juicio, varias asociaciones de derechos humanos han promovido un manifiesto en el que piden que se penalice de nuevo el negacionismo, entre ellas SOS Racismo y Amical de Mauthausen, que ejercen la acusación popular en el caso junto a la Comunidad Israelí de Barcelona.
Precisamente, Oscar P., el único acusado que ha declarado en la primera sesión del juicio, se ha negado a contestar al letrado que representa a SOS y Amical de Mauthausen, porque Enric Marco, que fue presidente de esta asociación de víctimas del nazismo falseó durante 30 años su biografía como prisionero de un campo de concentración, mentira que se descubrió en 2005.
En su declaración, el librero no ha tenido reparos en reconocerse nacionalsocialista -"no nazi", ha corregido a una letrada-, pero ha afirmado que la organización CEI, de la que fue delegado en Cataluña, no tenía ninguna finalidad política y que incluso se creó con el objetivo de "combatir la xenofobia, la discriminación y los movimientos skins".
El procesado, al que se incautaron centenares de libros y revistas que justifican el Holocausto y fomentan el odio racial, usaba para organizarse un calendario propio que marcaba como año O el del nacimiento de Hitler, hecho al que ha restado importancia por tratarse de "una cuestión semántica y folclórica".
Para Oscar P., CEI era una asociación cultural cuyo objetivo era el estudio de los pueblos y las razas europeas y, en especial, la trayectoria de los dirigentes del Tercer Reich, aunque únicamente desde un punto de vista histórico y filosófico y con una finalidad intelectual.
Respecto a 'La Orden', el procesado ha explicado que se trataba de una asociación de carácter místico y religioso basada en las leyes de la caballería indoeuropea a la que él nunca llegó a pertenecer, y que el documento incautado en el que la organización justificaba la lucha armada para instaurar el nacionalsocialismo lo compró en una tienda de segunda mano.
El procesado, que ha desvinculado su librería del CEI, mantiene que las obras que vendía en su negocio trataban de distintos temas de filosofía, política o cultura, pero que él no conocía el contenido de todos los volúmenes y confiaba en su legalidad porque tenían el sello del "ISBN".
En la primera jornada del juicio, que proseguirá mañana, una de las defensas ha conseguido que el tribunal haya aceptado como prueba documental una cinta de VHS subvencionada por la Generalitat con la película "El nacimiento de una nación" de David W. Griffith, un clásico del cine americano con el que el letrado pretende demostrar que también la administración ha apoyado la difusión de un filme al que se atribuye un discurso racista.
La Vanguardia 5 de marzo. 09