Quienes Somos
Nuestras Actividades
Campañas
Publicaciones
Voluntarios
Hazte Socio
Contacta
Intolerancia
Derechos Humanos
Paz y Tolerancia
Ética y Justicia
Solidaridad y Desarrollo
Comunicación y Libertad
Inmigración y Refugiados
Pueblo Gitano
Racismo y Xenofobia
Antisemitismo
Homofobia
Terrorismo
Ultras y Neonazis
Integrismo
Pena de Muerte
Sexismo y violencia
Violencia Urbana
Maltrato Infantil
Seguridad Ciudadana
Memoria Víctimas
Editoriales
Noticias
Entrevistas
A por más
Informe RAXEN
Cuadernos de Análisis
Onda Verde
Teléfono de la Víctima
Aula Intercultural
Agenda
Foro
Chat
Hazte solidario
Tienda Solidaria

UN TOPO EN LAS GRADAS ULTRAS

    Persiste la violencia en el ámbito del fútbol. El pasado fin de semana mas de dos centenares de ultras, en los aledaños del Santiago Bernabeu, se enfrentaban con las fuerzas de seguridad, un policía resultaba herido y en el fondo sur volvían a ser visibles las banderas nazis. En la jornada anterior, era el Camp Nou el escenario de enfrentamientos entre hinchadas ultras, cuestionando ante esta reiteración de sucesos, la eficacia de las medidas que el Gobierno adoptó desde el inicio de este año para erradicar este problema.

Y no va a ser fácil porque esto es algo mas que violencia espontánea. Los que controlan, dirigen y protagonizan estos graves incidentes no son simples aficionados exaltados; muy al contrario, suelen ser en su mayoría skins-neonazis organizados en grupos quienes dominan a la perfección estos altercados urbanos. Altercados que nunca son al azar y suelen acabar con la caza de la víctima propiciatoria que puede ser un aficionado rival, un periodista que hace su trabajo, un inmigrante que con mala fortuna pasaba por allí o simplemente alguien que “les miró mal”.

No son los millares de aficionados al fútbol quienes provocan esta inseguridad que obliga a desplegar en un partido a 700 efectivos policiales, son las decenas de violentos de siempre, quienes, además de sembrar dolor y miedo, solo en Madrid cuestan a los ciudadanos mas de 1.200 millones de pesetas al año en seguridad publica por los encuentros de fútbol, sin contar desperfectos por celebraciones y vandalismo, algo que deberían costear los Clubs que albergan a estos ultras.

Un periodista de investigación, infiltrado en Ultrassur y en el movimiento neonazi durante casi un año, hasta ser descubierto, ha presentado su investigación en un libro con el título “Diario de un Skin”. En este libro se revela la grave irresponsabilidad en la que incurren los directivos de los Clubs de Fútbol al apoyar de diversas formas a estos grupos ultras de marcado carácter violento y xenófobo, así como la inexplicable dejación de los poderes públicos ante unos grupos que incurren, mas que presumiblemente, en delitos de asociación ilícita para el odio y la violencia que tipifica el Código Penal en su artº 515.

En la investigación del temerario periodista-topo se desvela el magma de intolerancia de esos grupos y sus conexiones internacionales racistas, con organizaciones de la ultraderecha, con el ocultismo esotérico, con la movida musical skin y con las redes nazis en Internet. Es la semilla del odio que produce centenares de víctimas, algunas irreparables como la dominicana Lucrecia, el donostiarra Zabaleta o los sin techo asesinados, una larga lista que nunca conoceremos en su totalidad por los injustificables déficits que los poderes públicos mantienen ante este problema.

Sonroja que tenga que ser un periodista infiltrado quien demuestre la peligrosa actividad que despliegan los ultras del futbol después de muchos años de graves sucesos; mientras tanto ningún directivo quiere prescindir de los suyos y todos, como en el fútbol, se pasan la pelota de las responsabilidades. Las víctimas y la ciudadanía reconocen y agradecen la labor de este reportero oculto, aunque temen como dijo Luther King, no tanto por las acciones de la gente perversa, sino de los pasmosos silencios de la gente buena.

Esteban Ibarra.
Presidente Movimiento contra la Intolerancia.