Hace once años, miles de israelíes-en su mayoría homosexuales, lesbianas y transexuales-llenaron la Plaza Rabin de Tel Aviv para celebrar la espectacular victoria de Dana International en Eurovisión. Un triunfo que iba más allá del concurso musical, un hito para la comunidad gay de Israel que veía cómo una de sus principales estrellas traspasaba fronteras y llegaba a los corazones de la mayoría heterosexual en Israel. Una mediática y colorida salida del armario.
Hace once años, nadie de los presentes en esa espontanea fiesta que tarareaba "Viva la Diva, viva Victoria, Cleopatra...", imaginaba que volvería a esa misma Plaza Rabin para solidarizarse con las dos víctimas mortales del atentado contra un centro gay en Tel Aviv. Ha pasado una semana del ataque y el agresor sigue libre. Mientras la Policia le busca, no se puede confirmar que actuara por odio homófobo. Aunque sea lo más probable.
En la noche de este sábado, la poderosa comunidad gay de Tel Aviv ha protagonizado una impresionante demostración de fuerza. 60.000 heterosexuales y homosexuales han unido sus voces para gritar "basta al odio". La manifestación, organizada por el Ayuntamiento de Tel Aviv y las organizaciones gays, tuvo como slogan: "Seguimos con orgullo".
La marea humana invadió la Plaza Rabin para escuchar por ejemplo al ciudadano número 1 de Israel, el octogenario presidente Simon Peres. "Las balas en la sede homosexual impactaron en todos nosotros, como seres humanos, como judíos, como israelíes. Todos los seres humanos nacieron como iguales y todos los ciudadanos tienen la libertad de ser lo que quieran ser. De ser diferente y orgulloso. De ser uno mismo", dijo Peres. Es la primera vez que el presidente de Israel habla en un acto tan grande organizado por la comunidad gay.
El ministro de Educación y dirigente del Likud, Guideon Saar, fue más contundente: "La comunidad homosexual israelí es excepcional por su talento y enorme contribución en nuestra cultura, arte, sistema judicial, educativo o en las fuerzas armadas. Hay que luchar contra la homofobia existente en nuestro país. Es hora que los líderes nos comprometamos y luchemos para que Israel siga siendo democrático y libre".
"Tel Aviv es una sociedad abierta que educa a los suyos a practicar la tolerancia. Por eso, es muy doloroso este asesinato de odio. Debemos romper las barreras de ignorancia", afirmó el alcalde Ron Juldai.
El acto de la solidaridad pudo haberse convertido en otra trágica jornada. Horas antes del inicio de la manifestación, su organizadores en Haifa (norte) y Beer Sheeva (sur) recibían decenas de llamadas para viajar a Tel Aviv. "Nos llamó un hombre que dijo que quería venir a la manifestación con granadas para lanzarlas contra los homosexuales", indica Shai Gotler, del centro gay de Beer Sheva. En Haifa, el mensaje fue idéntico como cuenta Gal Zaberger: "Me llamó una persona que se identificó como dueño de granadas. Me dijo: ŽHoy váis a recibir granadas y no solo balas!".
Finalmente la violencia no apareció. Solo banderas, discursos y actuaciones de artistas. Como el homosexual Ivri Lider uno de los más famosos del país y protagonista de la banda sonora de la premiada película Yossi &Jagger, que recrea la relación amorosa de dos oficiales del Ejército israelí en la frontera con el Líbano.
Su productor, Gal Ujovsky, fue el presentador en la Plaza Rabin: "No tenemos miedo. La gran cantidad de personas que han venido es la demostración que el asesinato y las amenazas no podrán con nosotros". "Una sociedad no puede ser sana cuando el insulto más habitual en los colegio es 'homo'. La manifestación tan grande y la presencia del presidente Peres es un mensaje de que queremos una sociedad más tolerante", decía el diputado de Meretz, Nitzan Horowitz, también homosexual.
Emocionante intervención de la joven Jen Katz, hermana de Nir, el monitor de 26 años asesinado hace exactamente una semana. Con la voz tensa pero increíblemente firme, Jen afirmó que "nada más salir del armario, mi hermano Nir se ocupó de ayudar a todos los jóvenes. Gracias a él, descubrí un mundo de apertura y tolerancia. Esta comunidad que estuvo tantos años en el armario no volverá al armario. Estamos aquí para apoyaros".
Or Gili, de 16 años, sobrevivió al atentado para exclamar: "Ningún psicópata va a cambiar mi identidad. Soy homosexual! Pido a todos los jóvenes que sigan su verdad y salgan del armario. Les digo que ser homosexual no es un pecado ni una enfermedad".
Muchos de los participantes acusaron a algunos dirigentes ultraortodoxos contrarios a la homosexualidad. "Muchos y no necesariamente ultraortodoxos consideran que somos enfermos y pertubardos sexuales. Espero que el asesinato abra la mente a mucha gente. Somos iguales y tenemos los mismos derechos", nos cuenta Yair, de 24 años que añade: "Siempre que voy al extranjero presumo de Tel Aviv que es la ciudad más liberal de la región. Aquí las autoridades no matan a los homosexuales como en Irán. No podemos permitir que el atentado manche el espíritu de la ciudad y evite que jóvenes se atrevan a salir del armario".
Con este masivo acto popular, Tel Aviv reivindica seguir siendo la burbuja donde todos, incluido o sobre todo los homosexuales, tienen su lugar.