De nuevo horror juvenil, de nuevo un menor latino pierde la vida a tiros a manos de un asesino, también jóven . Agosto comenzó con el crimen que sego horizontes al soldado Norman por unos supuestos Latins King en los entornos madrileños de Moncloa, ahora el suceso criminal nos lleva a la noche, discotecas y zona de Azca. Parece que en determinados lugares la vida no valga gran cosa para determinados sujetos.
En espera de la consiguiente investigación policial, esclarecimiento, detención y puesta a disposición judicial del asesino, nos asalta la pregunta: ¿no podemos hacer nada mas por evitarlos?. De entrada detener a los criminales es necesario y no es poco porque la impunidad agravaría el crímen, pero a todas luces no es suficiente, deberíamos reclamar y dotarnos de medidas preventivas.
Me incluyo entre las personas, la mayoría, que no quieren ser derrotadas por esta situación, conscientes de que la violencia juvenil, con independencia de quien la protagonice, no es inevitable porque esta ubicada en afinidades grupales y de ocio mal entendidas donde se consume y practica el dominio agresivo y violento al que no debemos permitir su extensión.
Para atajar el problema, además de desterrar cualquier asomo de impunidad, hay que prevenir disuasoriamente las zonas de riesgo, hay que promover un ocio alternativo, deslegitimar la violencia desde la educación, la familia, la cultura y sobre todo impulsar una socialización juvenil que destierre esas conductas. Por desgracia los políticos de juventud están ausentes en la materia. Despierten, por favor.
Esteban Ibarra
Presidente de Movimiento contra la Intolerancia