«A los ladrones electos de Aralar les tiraremos piedras, pero a los ladrones electos del PP, 'cócteles molotov'», se lee en el último manual sobre sabotajes incautado por la Policía a los miembros de Segi detenidos en la última operación del juez Marlaska. El texto, de 21 páginas, se titula 'Herri Borrokaren Oinarrizko Eskuliburua' (Manual básico de la lucha popular) y no sólo instruye en la fabricación de todo tipo de artefactos incendiarios sino que también marca los tiempos y los ritmos que se deben seguir en los sabotajes. Establece claramente la intensidad y gravedad de los ataques en función de cada formación política.

En un apartado denominado 'Pedagogía y entendimiento', los responsables de la organización juvenil ilegalizada resaltan que sus sabotajes deben servir para «cuestionar al enemigo, incidir en el punto de vista y en la conciencia de la gente». Estos objetivos les obligan, por ejemplo, a intentar que las acciones de kale borroka sean una respuesta casi inmediata a hechos que se hayan producido, como detenciones policiales o autos judiciales. «Se debe responder en las siguientes horas. Es apropiado responder con reflejos y rapidez».En el siguiente párrafo, los miembros de Segi dejan claro que debe existir una relación obvia entre el objetivo de sus ataques y el hecho que quieren denunciar. «Por ejemplo, cuando sucede un ataque del aparato de justicia español, se debe responder haciendo un ataque a los juzgados. O cuando los 'cipayos' (ertzainas) detienen a algunos de los jóvenes del pueblo, hay que encabezar un ataque directo contra ellos o apedrear el batzoki del PNV». En el caso de que se hayan producido decisiones judiciales contra la izquierda abertzale o detenciones de sus dirigentes, la propuesta es «quemar una dependencia del PSOE».

No obstante, los responsables de Segi establecen que debe existir una graduación en los sabotajes que se establezcan. «La acción», escriben, «se debe ajustar a la gravedad del objetivo. Según la situación, tendremos que quemar una sede del PSOE. En otras ocasiones, será más eficaz tirar pintura. A los ladrones electos de Aralar les tiraremos piedras pero a los ladrones electos del PP, 'cócteles molotov'», escriben. El resumen de los responsables de Segi es: «cada acción, debe tener su pedagogía. Si se consigue el suficiente entendimiento, se fortalecerá la acción».

El manual incide en que todos sus sabotajes deben realizarse desde un punto de vista político, ya que, de otra forma, la destrucción que se lleve a cabo quedaría oculta bajo acciones de mero gamberrismo. Por ello, el documento -que ayer fue adelantado en parte por EiTB- recalca que se debe realizar una reivindicación «en su contexto político y se mencionará el porqué del fin». «Hay que explicarlo para diferenciarlo de otros temas distintos», enfatizan. «De otra forma, la acción sin reivindicación se queda sin validez, porque se queda despojada de su sentido político».

Otro de los puntos en los que el manual hace un especial hincapié es en actuar de tal forma que quede claro que no es ETA la que está detrás del atentado, sino que forma parte de la kale borroka. Desde un punto de vista técnico, los responsables de Segi piden que no se utilicen bombonas de gas en las acciones ya que su efecto, al ser similar al de los atentados con explosivos, podría confundirse con una acción de la propia banda. «Es necesario establecer una diferenciación muy nítida entre los modos de lucha callejera y lucha armada». «La segunda no necesita una estructuración para su desarrollo», agregan.

22 ya están en prisión

En este punto, Segi evidencia su papel como órgano reclutador de los futuros terroristas de la organización. «Más allá del sabotaje y de la dinámica de enfrentamiento, para que el que quiera hacerse con un mayor compromiso en la lucha a favor de Euskal Herria, ya hay una organización que practica la lucha armada, Euskadi Ta Askatasuna», explican en una frase que evidencia el papel de Segi como cantera de la banda.

En la operación llevada a cabo el martes por el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil -en la que se capturó a 34 personas que hoy terminarán de declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska y de las cuales 22 ya han ingresado en prisión -se ha localizado también un documento titulado 'Labor de hostigamiento' que marcaba las fechas de ataques contra distintos objetivos-. Las acciones iban a tener como diana el PSOE, el PP, el PNV, Nafarroa Bai y el partido socialista francés. Las acciones comenzarían el 6 de diciembre, día de la Constitución, con sabotajes contra partidos políticos y empresas como Correos o Telefónica. Según el texto incautado por la Policía, esta campaña se desarrollaba bajo instrucciones de ETA e iba a tener continuidad a lo largo de 2010.

El Correo Digital.com  28.11.09