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Miles de Ultras en Moscu rechazan a los inmigrantes y corean a Hitler.

    

El rechazo más radical a los inmigrantes se hizo escuchar en el centro de Moscú por boca de miles de ultranacionalistas en la denominada 'Marcha Rusa', que por primera vez en cuatro años llevó sus consignas extremistas al corazón de la capital rusa.

Entre 6.000 personas, según la policía, y hasta 20.000
según los organizadores de la marcha, desplegaron sus símbolos, pancartas y consignas ultranacionalistas en las céntricas avenidas del río Moscova, que recorrieron sin incidentes hasta el lugar del mitin, frente al histórico Parque Gorki.

"Hoy somos 20.000 pero pronto seremos 100.000, y después un millón", exclamó desde el escenario uno de los organizadores de la polémica marcha, el líder del movimiento 'Rusos' Alexandr Belov, citado por la agencia Interfax. Al inicio del recorrido, otro dirigente de 'Rusos', Dmitri Démushkin, estimaba la participación en "al menos 10.000 personas".

Los nacionalistas, que se han sumado a casi todas las manifestaciones contra el Kremlin que en el último año han recorrido las ciudades rusas, exigieron a las autoridades la eliminación de las artículos del Código Penal que persiguen a los extremistas.

Los oradores también reclamaron que la etnia rusa sea definida en la Constitución del país como el pueblo que articula el Estado. Además, los nacionalistas exigen al Gobierno la introducción de visados para los inmigrantes procedentes de las antiguas repúblicas soviéticas del Asia Central.

Por primera vez en cuatro años, la polémica 'Marcha Rusa' salió de la periferia de la ciudad, donde se había celebrado en años anteriores, y se desplazó al centro a pesar de las airadas protestas de políticos y movimientos civiles por la tolerancia.

Marcha con esvásticas

Algunas organizaciones civiles y de derechos humanos han dejado claro que denunciarán a los organizadores del acto por la exhibición de consignas y pancartas de contenido extremista. "Hemos sabido que en la columna (de manifestantes) marcharon personas con esvásticas. Sonaron proclamas xenófobas, nacionalistas y contra la inmigración", lamentó Alexandr Brod, director del Buró de Derechos Humanos de Moscú.

El histórico activista recordó que sigue desde hace varios años este tipo de actos: "En las marchas rusas siempre se oyen llamamientos a la violencia, al extremismo, mientras que la reacción de las fuerzas del orden es siempre tibia". Poco antes del inicio del recorrido, la policía de Moscú detuvo a 25 jóvenes que se disponían sumarse a marcha ataviados con uniformes negros con la esvástica nazi.

Una decena de organizaciones civiles de Moscú, desde veteranos de la II Guerra Mundial hasta el Consejo de las Madres de Familias Numerosas, pidieron sin éxito al alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, que no permitiera la 'Marcha Rusa'. El presidente de la Federación de Inmigrantes de Rusia (FIR), Muhammad Amín, manifestó que hace mucho que las diásporas nacionales "perciben la amenaza de los nacionalistas". "La permisividad con la que las autoridades autorizan a los nacionalistas y cabezas rapadas marchar por la ciudad puede destruir la frágil paz que existe en la sociedad", advirtió Amín.

El líder de 'Rusos' no tardó en responder al presidente de FIR y le acusó de instigar el odio étnico. "Una persona que vive en Rusia no puede hacer este tipo de declaraciones en un país en el que el 80% de sus habitantes son rusos", dijo Démushkin.

El anterior alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, prohibió en 2006 la 'Marcha Rusa' después de que en 2005 los 'cabezas rapadas' recorrieran las calles de la ciudad, enarbolaran esvásticas, alzaran el brazo en el saludo nazi, corearan "Heil Hitler" y acosaran a los extranjeros.

Un año más tarde, no obstante, volvió a permitir la concentración en medio de un aluvión de críticas. El centro de derechos humanos Sova recordó la víspera que "11 personas han muerto y 149 han resultados heridas desde comienzos del año como resultado de ataques racistas y neofascistas". Las víctimas más frecuentes de los cabezas rapadas son los inmigrantes procedentes de las regiones y países del Cáucaso y del Asia Central, además de jóvenes que pertenecen a distintas tribus urbanas y minorías sexuales.

El Mundo.es 7.11.2012