Le Pen se consolida como la punta de lanza de la extrema derecha en Europa y del avance del populismo. Las grandes familias políticas mantienen su posición. Los conservadores ganarían las elecciones tras sufrir un serio correctivo.
PÚBLICO.- 25 de mayo. Las fuerzas euroescépticas, que han vivido un auge en buena parte de países de la Unión Europea (UE) a raíz de la crisis económica, sumarán en la futura Eurocámara un centenar de escaños. Los mayores exponentes de esas formaciones son el Frente Nacional (FN) de la líder francesa Marine Le Pen, que ha obtenido un 25% de representación en Francia y el partido independentista británico (UKIP) de Nigel Farage, que obtendría el 30% de la representación en Reino Unido.
Estos resultados en los diferentes Estados miembro de la Unión Europea dibujan un panorama claro del próximo Europarlamento que nace tras la imposición de la política de recortes y de la mayor crisis de legitimidad de las instituciones europeas: el ascenso de ultras y antieuropeos.
Según las estimaciones oficiales, hasta uno de cada cuatro votos cae a formaciones euroescépticas y de extrema derecha, con Marine Le Pen a la cabeza. Con su victoria en Francia, la presidenta del Frente Nacional (FN) se posiciona como la adalid de postulados xenófobos, cuyo avance se confirma imparable, que amenazan con condicionar la agenda comunitaria sobre cuestiones como la inmigración o la libre circulación de personas.
Además, las formaciones ultras han protagonizado un gran avance en otros diversos países. En Dinamarca, la ultraderecha xenófoba logró un triunfo rotundo con más de la cuarta parte de los votos, e infringió una dura derrota a socialdemócratas y liberales. El ultranacionalista Partido Popular Danés estará representado con cuatro de los trece escaños daneses en disputa. Los demócratas suecos, socios europeos de Le Pen, lograrían 2 eurodiputados.
En Austria, la extrema derecha del Partido Liberal FPÖ, con 7,4 puntos porcentuales más que en 2009, se ha colocado como tercera fuerza y ha conseguido casi un 25% de escaños que se traducirá en alrededor de 4 eurodiputados en la futura Eurocámara. En la misma posición se han situado los neonazis griegos de Amanecer Dorado (9,4% de los votos) y los ultras Verdaderos Finlandeses (12,9% y dos escaños). El Jobbik húngaro ha conseguido tres eurodiputados después de auparse como segunda formación con el 14,6%. Además, en Alemania, el Partido Nacional Demócrata (NPD) podría convertirse en la primera formación política neonazi del país que obtiene representación en el Parlamento Europeo.
Han conseguido igualmente buen resultado en República Checa el partido Acción de Ciudadanos Descontentos (ANO 2010), que obtendría alrededor del 16% de la representación y cuatro escaños. No han conseguido sin embargo el auge esperado los euroescépticos de Holanda, en donde el PVV de Geert Wilders que partía con grandes expectativas ha terminado como la tercera fuerza. En Italia, la Liga Norte, cuyos líderes han anunciado que dejaran de asociarse con Farage en la próxima legislatura para hacerlo con la líder de la extrema derecha francesa, ha obtenido un 6% de representación, según el último escrutinio.
En cuanto al resto de formaciones políticas, los conservadores del Partido Popular Europeo han ganado las elecciones, pero también han recibido un serio correctivo. El Partido Popular Europeo, con 212 escaños, pierde 62 escaños respecto a 2009. Los socialistas, por su parte, se mantienen como segundo gupo en Estrasburgo con 186 eurodiputados, 10 menos que hace cinco años. La tercera gran familia política europea, los liberales de ALDE, logran 70 eurodiputados, lo que representa una pérdida de 13 parlamentarios.
La cuarta fuerza, los Verdes europeos, obtienen 55 escaños, una bajada de dos representantes respecto a la situación actual. La Izquierda Unitaria Europea (GUE) suma 43 escaños frente a los 35 con los que contaba hasta ahora, en parte gracias a la victoria de Syriza en Grecia. Los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), grupo euroescéptico, se quedan con 44 escaños (una pérdida notable respecto a los 57 con los que contaban hasta ahora), según los datos preliminares del Parlamento Europeo.
La alianza antieuropea de tintes ultraderechistas liderada por el xenófobo Nigel Farage, del UKIP británico, el grupo Europeo de la Libertad y la Democracia (EFD) consigue un aumento de 5 eurodiputados, alcanzando 36 escaños. El grupo de los No Inscritos, al que pertenece el Frente Nacional, aumentaría de los 38 miembros actuales a 40, según estos datos. Hasta 67 eurodiputados de partidos todavía sin adscripción a ningún grupo parlamentario entrarán igualmente en la Eurocámara.
Terremoto en Francia
Sin duda, el mayor protagonista de la jornada electoral europea ha sido el terremoto, por otra parte esperado, del FN en Francia. El partido de extrema derecha ha arrasado, literalmente, al conseguir el 25% de los votos, con los que aspira a hacerse con entre 23 y 25 escaños de los 74 que estaban en juego en el país galo. Ha sido un “tsunami político, un seísmo”, en palabras del primer ministro, Manuel Valls. También ha provocado que el presidente François Hollande convoque una reunión de urgencia de su gabinete para examinar la nueva situación política del país, en la que, aparte del triunfo del FN se une la derrota histórica del Partido Socialista (PS) con sus peores resultados en unos comicios europeos.
Por su parte, el candidato a la presidencia de la Comisión Europea y presidente de la Eurocámara saliente, el socialista alemán Martín Schulz, señaló que el resultado obtenido por Le Pen supone que esta jornada “es un mal día para la UE”. “El que haya ganado el Frente Nacional en Francia… No es el único país”, lamentó Schulz, durante una breve intervención ante la prensa tras conocerse los primeros resultados oficiales.
El alemán se refería también a los resultados que se han dado en Reino Unido, donde UKIP se postula como primera fuerza con cerca del 30% de los votos y 15 de los 73 escaños británicos. El racista y populista Farage, que reclama abandonar la UE, se convierte así en el aglutinador del castigo contra los laboristas (24%) y los conservadores (23%). El batacazo total sería para los liberaldemócratas de Nick Clegg, que perderían al menos cinco eurodiputados y por ahora no obtendrían representación en el Parlamento europeo.
En los próximos días, y a la luz de los resultados concretos, tanto Farage como Le Pen intentarán formar grupo parlamentario en la Eurocámara. Para ello deberán conseguir al menos 25 escaños y, lo más complicado en ambos casos, conseguir sumar siete países miembros en el grupo. La francesa había anunciado su intención de formar el grupo de la Alianza Europea con la Libertad con los demócratas suecos, el PVV holandés, el Vlaams Belang en Bélgica, el FPO austríaco y la Liga Norte italiana. Sin embargo, necesitará sumar los escaños de alguna formación nueva más para compensar la pérdida del socio eslovaco.
En Italia, el recuento oficial cuando se ha llegado al 50% del escrutinio la victoria del Partido Democrático (PD), del primer ministro, Matteo Renzi, con el 42,8% de los votos. En segundo lugar se sitúa el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Beppo Grillo, con un 20,8% de los sufragios, seguido de Forza Italia (FI), el movimiento conservador del ex primer ministro Silvio Berlusconi, que alcanza un 15,66 % de los votos. Le sigue la separatista Liga Norte (LN), cuyos líderes han anunciado que dejaran de asociarse con Farage en la próxima legislatura para hacerlo con la líder de la extrema derecha francesa, que obtiene según el recuento oficial no definitivo un 5,97% de los votos. L’altra Europa con Tsipras se queda con el 4,29% de los sufragios, y el Nuevo Centro Derecha (NCD) del ministro del Interior, Angelino Alfano, se sitúa en el 4,11%.La participación en Italia alcanzó el 58,65% de los cerca de 49 millones de electores, por debajo del 66,48% que fue la alcanzada en los comicios europeos precedentes, en 2009.
Merkel sufre el desgaste
En Alemania, la canciller Angela Merkel aguanta a duras penas el tipo. El bloque conservador liderado por la canciller logra una amarga victoria en las elecciones europeas al registrar su peor resultado en estos comicios frente a la subida de los socialdemócratas, la irrupción de los euroescépticos y al escaño logrado por la ultraderecha.
Según los datos difundidos por la Oficina Electoral Federal tras finalizar el escrutinio, la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermana bávara, la Unión Socialcristiana (CSU) lograron el 35,3% de los votos, que se traduciría en 34 de los 96 escaños en liza. Los conservadores bávaros lastraron a la CDU de Merkel y el grupo se quedó más de dos puntos y medio por debajo de las últimas elecciones europeas, y más de seis puntos por debajo del histórico resultado conseguido en las legislativas de septiembre.
Mientras, los socialdemócratas, con Martin Schulz como cabeza de lista, obtuvieron el 27,3% de los sufragios, lo que supone 6,5 puntos más que en las últimas europeas, con lo que conseguirían 27 escaños. Tras las dos fuerzas mayoritarias se mantuvieron Los Verdes (10,7% de los votos y once escaños) y La Izquierda (7,4% de los votos y 7 europarlamentarios).
Por otra parte, en Alemania se cumplieron los pronósticos de las encuestas se cumplieron y los euroescépticos de Alternativa para Alemania (AfD), partido que surgió del rechazo a los programas de ayuda europeos, se hicieron con el 7 % de los sufragios y siete escaños en Estrasburgo. Los liberales del FDP, que sufrieron una derrota histórica en septiembre y quedaron fuera del Bundestag (cámara baja), volvieron a hundirse y pasaron de doce a tres diputados en el PE con el 3,4 % de las papeletas.
La reciente sentencia del Tribunal Constitucional alemán que eliminó la barrera mínima de votos que debían superar los partidos para acceder a la Eurocámara propició que siete pequeñas formaciones entraran por vez primera en el PE con un diputado alemán. Entre ellas, los ultraderechistas del NPD, partido que aglutina a los colectivos neonazis en Alemania y que, pese a estar inmerso en una demanda de ilegalización en el Tribunal Constitucional tras una querella de la Cámara alta (Bundesrat), se hizo hoy con el 1% de los votos y un escaño. También estarán representados en el Europarlamento, con un escaño cada uno, la formación euroescéptica Votantes Libres, los Piratas, el Partido para la Protección de los Animales, el Partido de la Familia, los ecologistas del ÖDP y el “Partido”, una formación alternativa de carácter satírico.
Participación mínimamente superior
La participación en el conjunto de la Unión Europea (UE) en las elecciones ha aumentado por primera vez en la historia alcanzando un 43,09%, casi una décima más que en 2009, según los resultados provisionales ofrecidos por la Eurocámara. El aumento de la participación en estos comicios de 2014 suponen un punto de inflexión pues desde las primeras elecciones, en 1979, se ha producido cada cinco años un descenso paulatino de la participación hasta llegar al 43% en 2009, señalaron fuentes parlamentarias.
El proceso electoral para elegir a los 751 eurodiputados del Parlamento Europeo y al próximo presidente de la Comisión Europea comenzó el 22 de mayo en Holanda y Reino Unido, siguió viernes y sábado en Irlanda, República Checa, Eslovaquia, Estonia y Malta. Los otros veintiún países, incluida, España votaron este domingo. En Alemania, la participación fue del 47,9%, ligeramente superior a 2009 (43,3%) y del mismo modo, la participación subió en Francia del 40,63% al 43,5%, según los datos del PE. Aumentó asimismo la participación en Grecia 5 puntos con respecto a 2009 (hasta el 57,4%).
El alza en la participación no se dio en el resto de países rescatados. En Chipre, la participación bajó del 59,4% en 2009 a los 42,4% en 2009, en Portugal fue del 34,5% (36,78% en 2009) y en Irlanda cayó al 51,2% (fue del 58,64 hace cinco años). Las participaciones más altas, en torno al 90% se dieron en Bélgica y Luxemburgo. En ambos países votar es obligatorio. Los países con menos participación fueron República Checa (19, 5%) y Eslovaquia (13%).