Es una de las muchas medidas contra los inmigrantes tomadas por la coalición para contrarrestar el auge del UKIP
EL PAÍS.- 26 junio. El Gobierno británico condicionará la concesión de ayudas sociales a los inmigrantes a que hablen inglés. Los que no sean capaces de hacerlo deberán acudir a cursos de inglés hasta aprender la lengua o verán reducidas sus ayudas sociales, según ha anunciado este miércoles el ministro británico del Tesoro, George Osborne, al presentar las perspectivas de gasto a medio plazo. Se trata de una más de las muchas medidas contra los inmigrantes tomadas por la coalición de conservadores y liberales que intenta así contrarrestar el auge del populista Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP).
Osborne presentó los planes del Gobierno para cumplir el recorte de 11.500 millones de libras (13.600 millones de euros) en el ejercicio fiscal de 2015-16 anunciado en marzo pasado durante los presupuestos. Casi el 45% de ese recorte deberá venir en forma de reducciones del gasto de gestión de los departamentos ministeriales y el resto en recortes de gasto público.
Algunos ministerios deberán reducir su gasto hasta en un 10%. Es el caso del propio Tesoro, Comunidades Locales, Medio Ambiente y Asuntos Rurales. El poderoso Home Office solo deberá ajustar un 6% y, dentro de él, la policía solo un 4,9% y los servicios secretos no solo quedan exentos del recorte sino que tendrán un crecimiento del gasto del 3,4%.
Entre las medidas de ajuste del gasto destaca la ampliación del tope al gasto social ya anunciado en marzo. La mitad de los parados deberán pasar a firmar cada semana en lugar de cada dos semanas por la oficina de paro y el desempleo solo se podrá empezar a cobrar una semana después de perder el trabajo y no tres días como se hace ahora. Una de las medidas más llamativas por su carácter propagandista es la de suprimir las ayudas al combustible de calefacción a los británicos que viven en países cálidos.