INFOLIBRE.- El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha hecho un llamamiento para “detener” la inmigración con destino a Europa por considerar que este fenómeno solo ha traído “problemas y amenazas” para el “pueblo europeo” y ha pedido a la Unión Europea una respuesta contundente a los ataques que la semana pasada acabaron con la vida de 17 personas en París.
Orban ha realizado estas declaraciones el domingo, horas después de asistir a la manifestación en memoria de los muertos en los ataques perpetrados en París por los terroristas Said y Chérif Kouachi y Amedy Coulibaly.
El primer ministro húngaro hizo hincapié en que la Unión Europea tiene que actuar con contundencia tras los atentados. “No deberíamos mirar a la inmigración económica como si tuviera alguna utilidad porque solo trae problemas y amenazas para el pueblo europeo”, ha dicho, en declaraciones a la cadena de televisión estatal húngara.
“Por tanto, la inmigración debe detenerse. Esa es la posición húngara”, ha subrayado. A su juicio, la única excepción debe ser el caso de los solicitantes de asilo político. “Hungría no se convertirá en un objetivo de destino para inmigrantes”, afirmó. “No lo permitiremos mientras yo sea primer ministro y este gobierno esté en el poder”, ha apostillado.
El Gobierno de derechas que lidera Orban fue reelegido en 2014. El primer ministro mantiene que las minorías que viven en su país, que tiene una población de unos 10 millones de personas, no suponen un problema en particular.
“No queremos ver una minoría importante entre nosotros que tiene un pasado y unas características culturales diferentes. Queremos mantener a Hungría como Hungría”, sentenció. Según la Oficina Nacional de Estadística de Hungría (KSH), unos 350.000 húngaros viven en el extranjero, en su mayoría en Alemania, Reino Unido y Austria.