En el centro de Dresde se desplegó un fuerte operativo policial para evitar que las contramanifestaciones organizadas en la ciudad bajo la consigna “Diversidad contra uniformidad” pudieran acercarse a la concentración islamófoba
13.04.2015
EFE.- El líder del xenófobo Partido por la Libertad holandés (PVV), Geert Wilders, se sumó este lunes a la concentración organizada en Dresde (este de Alemania) por el movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida, según sus siglas en alemán), que volvió a reunir a varios miles de simpatizantes.
Con llamamientos a favor de reinstaurar las fronteras europeas para frenar el “peligro de la islamización” y defender los valores judeo-cristianos, Wilders se convirtió en la estrella del acto de Pegida, que se quedó muy lejos de reunir a los 30.000 manifestantes que había anunciado. Según diversas estimaciones coincidentes de los medios locales, cerca de 10.000 personas se sumaron a la convocatoria.
Entre banderas alemanas y sajonas, al escenario subió también el que fuera líder del movimiento, Lutz Bachamann, que abandonó el cargo tras aparecer una foto suya posando como Hitler. Su dimisión y las escisiones en la cúpula de Pegida han hecho mella en la capacidad de convocatoria de este movimiento, que llegó a congregar en la calle en su momento de mayor apogeo a cerca de 20.000 personas.
En las convocatorias de las semanas anteriores apenas reclutó a unos centenares de personas, mientras arreciaban las advertencias de la clase política contra este movimiento, en el que se agrupan elementos claramente ultraderechistas junto a ciudadanos sin afiliación política concreta.
En el centro de Dresde se desplegó un fuerte operativo policial con un millar de agentes para evitar que las contramanifestaciones organizadas en la ciudad bajo la consigna “Diversidad contra uniformidad” pudieran acercarse a la concentración islamófoba
Más de mil manifestantes, la mayoría jóvenes, salieron a la calle para mostrar su rechazo a Pegida y a la presencia de Wilders en la localidad, que suscitó también las críticas generalizadas de la clase política alemana, tanto a nivel local como nacional.
La presencia de Wilders en Alemania coincide con el encendido debate que se vive en el país ante el constante incremento del número de solicitantes de asilo y el acoso de grupos de ultraderecha a diversos dirigentes políticos.
El primer ministro del estado federado alemán de Turingia, Bodo Ramelow, denunció que ha recibido tres amenazas de muerte ante el debate para abrir un centro de acogida de refugiados en una de las localidades de la región.
La secretaria general del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), Yasmin Fahimi, consideró que la invitación al holandés dejaba claras las “ideas populistas de derechas” de Pegida, mientras que el vicepresidente del Parlamento Europeo Graf Lambsdorff, liberal alemán, destacaba que la organización mostraba “su verdadero rostro: intolerante, xenófobo e islamófobo”.
“No hay sitio en nuestra ciudad para los xenófobos”, manifestó el alcalde de Dresde, Dirk Hilbert, quien condenó la presencia del político holandés junto a sus dos contrincantes en las elecciones municipales que se celebrarán en junio.
Paralelamente, Miles de ciudadanos secundaron las convocatorias lanzadas en Dresde en protesta contra la manifestación de Pegida con el ultraderechista holandés Geert Wilders.
Bajo la consigna de “Diversidad contra uniformidad”, se concentraron en la capital del “Land” de Sajonia grupos de jóvenes, estudiantes en su mayoría, así como militantes y cargos de las dos formaciones de la oposición parlamentaria, La Izquierda y los Verdes.
La presencia del líder holandés fue asimismo criticada hoy por los candidatos de las principales formaciones a la alcaldía de la ciudad -el conservador Markus Ulbig, la socialdemócrata Eva-Maria Stange y el liberal Dirk Hilbert-, en un acto conjunto.