PRENSA LATINA.- El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, denunció hoy la intolerancia en nombre de la religión y condenó los ataques que sufren las minorías de esta nación por parte de grupos extremistas musulmanes. No puede existir una distinción basada en la casta, el color o el credo porque todos somos seres humanos, afirmó Sharif al inaugurar una planta de filtración de agua en el templo hindú Amrat Jal, en la oriental provincia de Punjab.
“Yo soy el primer ministro de todos los paquistaníes y no sólo de los musulmanes paquistaníes”, subrayó en alusión a la religión que profesa el 96 por ciento de los más de 200 millones de habitantes del país.
Sharif afirmó que su gobierno actuará para proteger a los otros grupos religiosos como los cristianos, sijs o hindúes, blanco de ataques de formaciones sectarias.
“Todos los seguidores de cualquier credo tienen los mismos derechos en esta nación, pues también ellos trabajan para defender a Pakistán y contribuyen a su prosperidad”, destacó.
También los chiitas, que suman el 20 por ciento de la población nacional, han sido blanco de atentados por parte de formaciones radicales sunitas como Lashkar-e-Jhangvi, que desde su fundación en 1986 se adjudicó varios de los ataques más mortíferos contra esa comunidad.