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EEUU: Más de 13.000 árabes y musulmanes podrían ser expulsados de Estados Unidos, según el "New York Times".

    Las autoridades estadounidenses precisaron que, a pesar de que sólo algunos han estado relacionados con el terrorismo, de los 82.000 mayores de 16 años registrados, más de 13.000 viven en Estados Unidos de forma ilegal.

Si finalmente se concretan estas expulsiones, sería la mayor ola de deportaciones
desde los ataques del 11 de septiembre de 2001. El Gobierno ya ha comenzado los procesos de deportación, y en comunidades de inmigrantes de todo el país muchos han comenzado a preparar sus maletas para abandonar sus hogares, con destino a sus países natales, a Canadá, o a la clandestinidad.
Estas deportaciones son, según el 'Times', un claro ejemplo "de cómo la Administración Bush utiliza cada vez más el sistema de inmigración del país como arma contra el terror".

Durante décadas, el flujo de inmigrantes ilegales ha sido incensante, principalmente por el hecho de que los servicios de seguridad no tenían suficiente personal, presupuesto o voluntad política para deportarles.
Pero desde los ataques contra el World Trade Center y el Pentágono, el Gobierno ha convertido en costumbre detener y deportar a todos aquellos inmigrantes ilegales procedentes de países considerados como "nidos de terroristas".

"Ha habido un gran cambio en nuestras prioridades", señaló Jim Chaparro, responsable del Departamento de Seguridad Interior, que ha tomado las riendas del antiguo servicio de inmigración. "Necesitamos enfocar nuestros
esfuerzos de seguridad en las mayores amenazas", señaló Chaparro. "Si un inmigrante puede explotar una brecha en el sistema, también puede hacerlo un terrorista", añadió.

Los inmigrantes varones musulmanes y árabes procedentes de 25 Estados debían registrarse en los servicios de inmigración entre los pasados diciembre y abril, señala el diario.

"El Gobierno está atacando de un modo muy agresivo a ciertas nacionalidades para reforzar la ley sobre inmigración", criticó por su parte Lucas Guttentag, responsable de la Unión por las Libertades Civiles Estadounidense.

"Una violación idéntica de las reglas por un mexicano, por ejemplo, no sería reprimida del mismo modo", añadió Guttentag, citado por el 'Times'.