Entre los detenidos por los disturbios de este domingo figuran dos personas que iban en un vehículo que atropelló a un motorista. La alcaldesa de la ciudad ha atribuido los altercados a “un grupo de agitadores” y ha defendido que “la amplia mayoría de los manifestantes no eran violentos” 18.09.2017
EUROPA PRESS.- La Policía de la localidad estadounidense de San Luis ha dispersado este domingo una manifestación contra la absolución de un policía blanco que mató en 2011 a un hombre negro sospechoso de tráfico de drogas. Las autoridades estadounidenses han detenido a 80 personas después de que la protesta derivara en disturbios.
Las protestas comenzaron el viernes después de que se conociera el veredicto de un tribunal que ha exonerado al expolicía Jason Stockley por la muerte del joven afroamericano Anthony Lamar Smith en 2011. Smith murió tras recibir cinco disparos de Stockley cuando intentaba huir con su coche tras una supuesta venta de drogas.
Entre los detenidos por los disturbios de este domingo figuran dos personas que iban en un vehículo que atropelló a un motorista. “Se han encontrado armas, drogas y una máscara en el vehículo”, ha asegurado la Policía.
A través de su cuenta en Twitter, la Policía local ha iformado de “informes sobre daños materiales significativos en el centro de la ciudad”. Los agentes dieron la orden de dispersar “inmediatamente” el cruce entre la calle Tucker y la calle Pine, recalcando que “ya no se trata de una protesta pacífica“, y que “esta destrucción no será tolerada”.
Asimismo, ha publicado imágenes en las que se ven “botellas confiscadas con productos químicos desconocidos utilizados contra la Policía en el centro de la ciudad”, así como armas y material de protección confiscado a un manifestante.
La alcaldesa, Lyda Krewson, ha atribuido los altercados a “un grupo de agitadores” y ha defendido que “la amplia mayoría de los manifestantes no eran violentos“. Por su parte, el comisario en funciones, Lawrence O’Toole, ha llamado a la calma: “Tenemos el control, es nuestra ciudad y vamos a protegerla”. Durante el proceso judicial en el que se ha juzgado al agente acusado, se vio un vídeo del coche oficial de Policía en el que se escuchaba a Stockley diciendo junto a su compañero que iba a matar a Smith, según los fiscales del caso.
El expolicía sostiene que creía que Smith estaba armado y sus abogados aseguran que se encontró un arma en su coche. Los fiscales del caso aseguraron que Stockley fue el que colocó allí el arma porque solo tenía muestras de ADN del acusado.
El sábado hubo marchas pacíficas, pero aproximadamente un centenar de manifestantes se enfrentaron a los agentes equipados con material antidisturbios. Durante la jornada fueron detenidas nueve personas, mientras que el viernes fueron detenidas otras 33.