Esta idea no es nueva. Bossi ya propuso el pasado año utilizar la fuerza para impedir la entrada de ilegales en Italia, sembrando también la polémica.

L D (EFE) "Quiero sentir el rumor de los cañones. Los clandestinos tienen que ser expulsados por las buenas o por las malas", afirma el ministro de las Reformas en una entrevista que publica el rotativo "Corriere della Sera". "Es inútil perder tiempo con los clandestinos", se queja antes de defender el uso de la fuerza: "A la segunda o tercera advertencia, ¡pum!...., dispara el cañón. Sin tantos giros de palabras (...) De lo contrario no lo conseguiremos".

El líder de la Liga insiste en que sólo deben entrar en Italia los inmigrantes con un contrato de trabajo, como establece la ley que él mismo promovió, en coincidencia con la llegada de miles de "sin papeles" a las costas del sur de Italia en la última semana. "Los que no tengan contrato de trabajo -añade- deben ir fuera. Hay un momento en el que es necesaria la fuerza. La Marina Militar y la Guardia Costera se deberán alinear con la defensa de las costas y usar el cañón".

El uso de la fuerza es para Bossi la base que debe primar en el reglamento para desarrollar la ley que tiene previsto abordar el próximo viernes el Consejo de Ministros. A esa reunión del Gabinete se llegará con la demanda expresa de que dimita el ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, de Forza Italia, hecha por algunos destacados dirigentes de la Liga Norte, como el vicepresidente del Senado, Roberto Calderoli.

El secretario de la UDC, Marco Follini, calificó la propuesta de "troglodita" y su compañero de partido y ministro de Relaciones con el Parlamento, Carlo Giovanardi, dijo que espera que sea una broma o el efecto de un "golpe de calor". Desde la oposición se multiplicaron las críticas a Bossi, similares a las pronunciadas por el coordinador nacional de los centristas de La Margarita, Dario Franceschini, quien señaló que la idea de usar los cañones es "simplemente delictiva".

Mientras la polémica subía de tono, el líder de la Liga Norte hizo pública una nota en la que señala que la entrevista de Corriere de la Sera "no refleja" sus ideas y precisa que nunca habló de "cañonazos", sino sólo de "abordajes por parte de la Marina".