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1,2 millones de niños son víctimas del tráfico infantil.

    Según el informe de Programa Internacional para la erradicación del Trabajo Infantil, se estima que 352 millones de niños entre 5 a 17 años de edad se dedican en el mundo a alguna forma de actividad económica. El mayor número de niños trabajadores corresponde a Asia y al Pacífico con 127 millones de niños y en el segundo y tercer lugar se encuentran África Subsahariana y América Latina con 481 millones y 17 millones respectivamente.

En este tráfico infantil concurren la persuasión, el engaño y las amenazas donde se enriquecen, desde los intermediarios a los transportistas, pasando por empleadores, empresarios de prostíbulos y hospedería e, incluso, familiares y amigos. Las redes de prostitución se nutren de víctimas gracias a la colaboración de familiares, novios y proxenetas, que incitan a chicas en edad escolar a marcharse con la promesa de ser empleadas como camareras u otras ocupaciones.

Es lo que ocurre en Acapulco (México) o Pakistán, donde los proxenetas suelen concertar matrimonios ventajosos con los padres del menor, consiguiendo así de paso que la familia se vea atosigada por las deudas. En África Central y Occidental, los niños son colocados en familias grandes para trabajar en el servicio doméstico u otros sectores. En Rusia y otros países de la antiguo bloque soviético, la desaparición de las garantías de obtener un empleo hace que muchos adolescentes se vean abocados al consumo de alcohol y estupefacientes, a la violencia y al comercio sexual, con el fin de ganar algo de dinero para sobrevivir. Europa tampoco se libra de esta abyecta explotación. La demanda de obra barata por parte de las sociedades occidentales y la apertura de fronteras alimentan el tránsito de niños de Este a Oeste, donde se recluta a los más jóvenes para exhibirlos en espectáculos o introducirlos en prostitución y la pequeña delincuencia.

"En los peores casos, el tráfico y la explotación que conlleva pueden causar la muerte del niño o la niña o daños irreparables en su salud física y mental. Es una incitación potencial a la drogodependencia, deshace las familias y despoja a los niños de sus derechos mas fundamentales” señala dicho informe.

Retirar a los niños del trabajo infantil y ofertar alternativas es fundamental para su erradicación, ofrecerles oportunidades de educación, así como ofrecer oportunidades de empleo a sus padres para mejorar la seguridad de los ingresos es un objetivo primordial que permitirá fortalecer la igualdad de oportunidades y de trato de los niños de todos los países.