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JUICIO A UN GENOCIDA

    La extradición del ex militar argentino Ricardo Cavallo a España permite el inicio de un proceso histórico para los Derechos Humanos en el mundo. El acuerdo de la Corte Suprema de Justicia en México constituye un precedente judicial internacional que convierte al país azteca en el primero que extradita a un imputado por crímenes contra la humanidad a otro estado donde no se cometieron los crímenes pero que le persigue por su responsabilidad en los hechos. Es el comienzo del fin de una cruel impunidad que permite a torturadores y genocidas pasearse por las calles sin responder de sus crímenes ante una exigencia de justicia que demandan las víctimas.

El juez Garzón que hace años decretó una orden de búsqueda contra Cavallo por Crímenes contra la Humanidad, esta al frente de este procedimiento por delitos de genocidio y terrorismo, por su responsabilidad en los asesinatos de las españolas Mónica Jáuregui y Elba Delia, por torturas, secuestro y otros cargos. El presunto genocida dirigía, según los cargos, los secuestros y la represión en la trágica y conocida Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), en Buenos Aires, una zona donde estuvieron ilegalmente detenidas mas de 5.000 personas que desaparecieron, y por donde pasaron muchos miles mas de perseguidos políticos que fueron torturados y que hoy son el testimonio vivo de una barbarie ante la que hay que hacer justicia.


Ricardo Cavallo fue compañero de Alfredo Astiz, también conocido como el “ángel de la muerte”, con quien organizó y llevó a cabo una represión contra toda oposición política mediante el secuestro, asesinato y despiadadas torturas que realizaba desde el Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA. Allí era responsable del sector “Pecera” donde sobre los detenidos, además de ser sometidos a esclavitud, decidía quien iba a morir o vivir, enviando a los presos a los “vuelos de la muerte”, que consistía en arrojarles al mar desde un avión militar para que perecieran y desaparecieran.

Los Crímenes contra la Humanidad no prescriben jamás. Lo que distingue a un crimen contra la humanidad de otros crímenes es que es cometido por la aplicación de una doctrina que niega a un grupo de personas el derecho a vivir su diferencia, ya sea de origen o adquirida, atentando a la propia dignidad y la vida de cada uno de sus miembros, que es la esencia del género humano. Es la negación de la humanidad misma. Sucedió con judíos, gitanos y homosexuales durante el Holocausto, con el exterminio de los tutsis, también en los Balcanes... y en efecto, con el exterminio político en la dictadura argentina cuyos responsables tendrán que responder progresivamente ante la Justicia.

La medida de la Corte Suprema de México que ha reforzado el principio de jurisdicción universal, superando con creces la iniciativa de detención en Londres de Augusto Pinochet que fue trasladado posteriormente a Chile, ha generado una enorme alarma entre los militares argentinos que participaron en la criminal represión de la dictadura, al comprobar como caen las barreras de impunidad que suponían las fronteras internacionales. Ahora saben que un crimen contra la humanidad es un crimen imprescriptible, no caduca, y sus autores pueden ser perseguidos hasta el último día de sus vidas.

Esteban Ibarra
Presidente del Movimiento contra la Intolerancia