21 septiembre, 2019. La cifra de estas infracciones penales se mantiene estable en la Comunidad en los últimos cinco años, frente al incremento nacional del 24,3%
ICAL. DIARIO DE BURGOS.- El racismo y la xenofobia están detrás de cuatro de cada diez delitos de odio que se cometen en Castilla y León, porcentaje que a nivel nacional baja al 33 por ciento, según se pone de manifiesto en un estudio elaborado por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior.
En total, en la Comunidad se contabilizaron el pasado año 57 infracciones penales de este tipo, cifra que se mantiene estable desde 2014, cuando se registraron dos casos menos, mientras que a nivel nacional la evolución en este lustro ha sido totalmente distinta, ya que de los 1.285 delitos de 2014 se ha pasado a 1.598, lo que supone un incremento del 24,3 por ciento.
Castilla y León se situó en 2018 con un tasa de 2,4 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la media nacional es de 3,4. Cataluña (7,9), La Rioja (7,3), País Vasco (5,5), Madrid (3,6) y Asturias (3,3) se sitúan en cabeza, mientras que las tasas más bajas se registran en Navarra, Murcia, Canarias y Extremadura (1,5).
Después del racismo y la xenofobia, que provocaron 23 casos en Castilla y León, la ideología se sitúa como segundo factor desencadenante de este tipo de delitos con 20 casos (35 por ciento). A mucha distancia, como tercera causa de unos delitos que afectan directamente a la dignidad de las personas, se encuentra la orientación sexual. En la Comunidad se denunciaron cinco casos por este motivo, mientras que cuatro se produjeron por discriminación por sexo. Por creencias o prácticas religiosas se contabilizó un caso, dos tuvieron como víctimas a personas discapacitadas y otros dos fueron por discriminación por enfermedad.
A nivel nacional, la ideología se sitúa como primer motivo con el 37,3 por ciento de los casos, por delante del racismo y la xenofobia (33,2 por ciento), la orientación sexual (16,2 por ciento), la discriminación por sexo (4,4 por ciento) y las prácticas religiosas (4,3 por ciento).
Por provincias, Burgos presenta la tasa más alta con 5,9 casos por cada 100.000 habitantes y también se sitúan por encima de la media Ávila (4,4). Por el contrario, León (0,9) presenta la tasa más baja, por delante de Palencia (1,2), Segovia (1,3), Valladolid (1,5), Zamora (1,7), Soria (2,3) y Salamanca (2,4).
En términos absolutos, Burgos también aparece en cabeza con 21 casos, por delante de Valladolid y Salamanca, ambos con 8, Ávila (7), León (4), Zamora (3). En Palencia, Segovia y Soria se registraron dos.
Víctimas
A nivel nacional, la mayoría de las víctimas que sufren este tipo de delincuencia son personas hombres (más del 63 por ciento), y con una edad comprendida entre los 26 a 50 años de edad (50,5 por ciento). Los menores de edad constituyen el 6,7 por ciento del conjunto de las víctimas, una cifra menor a la del año 2017 (10,3 por ciento).
La distribución de las víctimas según su nacionalidad, refleja que en primer lugar se encuentran las de nacionalidad española con el 74,6 por ciento del total. Dentro del conjunto de las víctimas de nacionalidad extranjera, las que contabilizan valores más elevados son las procedentes de Marruecos, Colombia y Senegal.
Las amenazas, injurias y discriminación, se computan como los hechos delictivos que más se repiten,siendo Internet (45,2 por ciento) y las redes sociales (25,9 por ciento), los medios más empleados para la comisión de estos hechos. A continuación, aunque a mayor distancia, se emplean otras vías de comunicación como la telefonía (13,3 por ciento) y los medios de comunicación social (4,8 por ciento).