El embajador de Austria ante la OSCE, Hans Winkler, ponente durante la conferencia internacional, resumió las ideas discutidas en torno a la legislación contra hechos discriminatorios: la crítica principal fue la falta de aplicación en algunos casos de la igualdad de todas personas tal y como queda reflejada en los textos constitucionales de todos los países presentes en la cita.

Asimismo, los debates hicieron hincapié en el castigo y prevención de estos delitos, y se insistió especialmente en la protección que deben aportar las administraciones públicas a las minorías étnicas, lo que permitiría además evitar conflictos nacionalistas. Una de las propuesta fue la de crear organismos transnacionales entre cuyos deberes estarían la prevención y el apoyo a las víctimas.

El representante del Bundestag alemán, el diputado socialdemócrata Gert Weisskirchen, recordó también en las conclusiones de la conferencia que hay tres campos en la lucha contra el racismo: la creación de grupos transnacionales independientes encargados de vigilar posibles hechos delictivos; la plena disposición de los Parlamentos para escuchar las denuncias de intolerancia; y la cooperación permanente de los poderes públicos, para los que además habría que desarrollar guías de acción.

Respecto a la enseñanza, también se concluyó la necesidad de educar en la tolerancia de diversas culturas, incluso mediante "formas no tradicionales", como los juegos en Internet. La base es la revisión de los libros de texto para evitar toda idea discriminatoria y la implicación del alumnado en acontecimientos culturales y festivales en favor de la tolerancia.

Por su parte, la delegación de la presidencia italiana de la Unión Europea hizo varias recomendaciones para llevar a la práctica la lucha por una convivencia más tolerante entre culturas. Así, llamó a las instituciones de la OSCE encargadas de las "dimensiones humanas" a cooperar con Naciones Unidas, la UE y el Consejo de Europa para intercambiar información sobre
delitos contra la igualdad.

Asimismo invitó a la OSCE a establecer unas máximas de actuación para los
Estados miembros de la organización en lo que a prácticas y política antiracistas se refiere. Finalmente instó a todos ellos a revisar sus leyes y a "aquellos países en los que no existan" a establecer departamentos u organizaciones nacionales encargadas de promover la igualdad y la tolerancia.

A su vez, el representante de la OSCE para la libertad de los medios, Freimut Duve, insistió en la importancia de la lucha por la tolerancia en Internet. "La red no hace diferencias entre los distintos tipos de contenidos, por lo que es importante que todos los usuarios, en especial los jóvenes, sean capaces de categorizar un ser críticos con un contenido", explicó.