"Internet se ha convertido en uno de los principales medios de la expresión racista y los poderes públicos están actualmente desarmados", indicó Gerard Kerforn, miembro del Movimiento contra el Racismo y por la Amistad de los Pueblos (MRAP).

"Los sitios racistas están en pleno auge, especialmente los grupos de debate que permiten el intercambio de mensajes que incitan al odio. Esos sitios cuentan con una audiencia planetaria y escapan a las legislaciones nacionales más severas emigrando hacia los países con legislaciones más endebles", explicó Kerforn.

El representante de MRAP señaló que "de los 4.000 sitios registrados en 2002, 2.500 están asentados en Estados Unidos, donde se abusa de la legislación que protege la libertad de expresión".