El 21 de Marzo es el Día Mundial contra el Racismo instituido por Naciones Unidas para unir a los pueblos para acabar con esta lacra contra la Humanidad. Se rememora la lucha contra el apartheid cuando en esa fecha de 1960, durante una manifestación contra la discriminación racista, los sudafricanos negros sufrieron una matanza en la ciudad de Shaperville que causó 70 muertos y mas de 200 heridos.

“En este día tan significado es preciso manifestar que la lucha contra el racismo va unida y es una expresión de la lucha contra el terrorismo”, así lo ha explicado Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, en un conferencia sobre voluntariado celebrada en Madrid. “El terrorista en sus atentados considera a las víctimas como vidas sin valor, como personas cuya vida vale menos en su imaginario fanático. El terrorismo es la máxima expresión del racismo y sus acciones son las manifestación mas extremas y crueles de la intolerancia” continuó Esteban Ibarra, “no se puede disociar la lucha contra el racismo de la lucha contra el terrorismo, es la misma lucha, son dos caras del mismo poliedro maligno de la intolerancia”.

En la conferencia de voluntariado de la asociación, el presidente del Movimiento contra la Intolerancia remarcó que la democracia y sus valores, en especial la Tolerancia, están siendo atacados desde tres frentes, por los fanatismos ultranacionalistas excluyentes, por los fanatismos integristas religiosos y por los fanatismos totalitarios ideológicos, poniendo en peligro no solo la convivencia democrática, los derechos humanos y la libertad de la ciudadanía, sino la propia seguridad, la integridad física y la vida de las personas como ha evidenciado la masacre terrorista de Madrid.

Por último, Esteban Ibarra insistió en convocar a los medios de comunicación y a la sociedad civil para que desplieguen una actuación intensa contra la xenofobia dirigida al colectivo magrebí y contra la comunidad islámica. “La xenofobia hacia estos colectivos además de ser injusta y contraria a los valores democráticos, les empuja hacia el integrismo fanático. Tenemos que ser capaces de hacer entender que al igual que diferenciamos a los vascos del terrorismo de ETA, también hay que diferenciar a los musulmanes del terrorismo de AL Qaeda” afirmó.