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Los hechos ocurrieron después de las 23.00 horas del pasado día 17, cuando la pareja esperaba el tren y realizaba muestras de cariño. En ese momento, una chica de estética skin se acercó a ellos, les escupió a la cara y les arrojó pipas. Uno de los homosexuales, J. L., de 43 años, le recriminó su comportamiento y le preguntó por qué actuaba así. "Porque eres un maricón de mierda", respondió la agresora, según la versión de los hechos que relató ayer José Benito, presidente del Grup d'Amics Gais.
A continuación, y sin mediar palabra, otros cuatro skins, dos hombres y dos mujeres, propinaron toda clase de patadas y puñetazos a la pareja de homosexuales mientras les gritaban: "Maricones de mierda, hemos de acabar con vosotros". Las víctimas intentaron protegerse como pudieron de la agresión, pero J. L. no pudo evitar que los golpes le afectasen en la cabeza, pese a que su compañero, D. S., de 35 años, se echó encima de él. Ambos fueron trasladados de inmediato a un hospital de Barcelona. J. L. pasó tres días ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y todavía permanece hospitalizado. No se teme por su vida, pero sigue en observación y hoy se le realizará una resonancia magnética. Su compañero fue dado de alta al día siguiente.
La Coordinadora Gay-Lesbiana denunció ayer que los hechos ocurrieron ante la total pasividad de las personas que se encontraban en la estación de tren en ese momento y que incluso uno de los testigos presenciales, al ver la agresión que se estaba produciendo, espetó: "¡Ya tenemos espectáculo esta noche!".
INTENTO DE HUIDA
Tras cometer la agresión, los cinco skins subieron al tren que había llegado en ese momento y se colocaron en el último vagón, pero los guardias de seguridad de Renfe les localizaron y actuaron con rapidez. Primero, para impedir que el tren se pusiera en marcha, y después para reducirlos y alertar al Cuerpo Nacional de Policía, que los detuvo y los llevó a comisaría. Testigos presenciales han explicado que ni siquiera la presencia de los agentes calmó a los skins y que incluso una de las detenidas no cesó de provocar a los policías.
Albert Barberà, secretario general de la Coordinadora Gay-Lesbiana, expresó ayer su "indignación" por la agresión y felicitó la rápida actuación de los guardias de seguridad que permitió la detención de los supuestos agresores. "Hacía muchos años que un hecho como éste no ocurría en Barcelona", precisó Barberà. Los servicios jurídicos de la coordinadora están estudiando los hechos para personarse como acusación particular cuando se empiecen a tramitar las diligencias del caso.
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