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Le han grabado en la cara, con la punta de una navaja, la pesadilla, en forma de esvástica, que la persigue desde hace varios meses. La cruz gamada, símbolo del nazismo asumido y usado por las tribus urbanas neonazis, fue cincelada en el rostro de una adolescente leonesa por dos individuos que la atacaron, por la espalda y con un bate de béisbol, cuando se dirigía al instituto el lunes por la mañana.
La joven de 17 años que, según su madre y profesoras del centro educativo al que asiste, «ha perdido cinco kilos y medio en los últimos meses» por la situación de «miedo y terror a la que la están sometiendo», había denunciado una agresión anterior ocurrida el 7 de diciembre en un céntrico parque de León por la mañana y a la vista de testigos que «no hicieron nada».
Ella no es inmigrante ni indigente, blancos habituales de las bandas de neonazis cuando salen «de caza», por lo que el único móvil que ve a la persecución es su relación con el entorno de Juventudes Comunistas en León, aunque no es militante de la organización. Su madre y la profesora añaden a la causa ideológica y política, las evidencias sexistas de la agresión. «La atacan a ella, pero no a su amigo que es quien milita en la organización, ¿por qué?», se preguntan. La joven, que ha precisado ayuda psicológica, tiene uno de los mejores expedientes de la clase y destaca por su «creatividad y participación». En las denuncias se repiten las descripciones de dos individuos jóvenes, de 18 a 20 años de edad, ataviados con el «uniforme» neonazi, bombers , pantalones oscuros ajustados y pelo rapado, y reiterativos en sus insultos: «Es la guarra de JC»; «Mi lucha. Contra ti. Guarra. No cesará nunca».
La persecución que iniciaron contra ella comenzó hace meses, pero el siete de diciembre fue asaltada por dos individuos mientras realizaba fotografías en un parque de León. «Se me acercaron por la espalda y a la vez que uno me cogía por el pelo, decía esta es la guarra del JC, el otro me dio una torta y después comienzan a darme puñetazos hasta que me caigo al suelo. Allí continúan dándome patadas», declaró en la Comisaría.
Llamadas telefónicas, persecuciones y anónimos se sucedieron en su móvil, en la calle y en su casa entre el nueve de diciembre y el cinco de enero, pero «pensábamos que sólo trataban de amedrentarnos por poner la denuncia», reconoce la madre. De hecho, tras las vacaciones de Navidad aceptó no acompañar a su hija al instituto.
Sin embargo, el lunes 17 de enero dos jóvenes la abordan y la golpean con un bate de beisbol en plena calle. «Perdí el conocimiento y me caí al suelo; luego noté dolores en la cara y una patada en el pecho y les oí algo así como «apoyando a León». Tras acudir a la Policía fue acompañada por agentes policiales al centro escolar y posteriormente al Hospital de León.
Fuentes policiales confirmaron que las sospechas recaen sobre personas identificadas como activistas o simpatizantes de grupos neonazis, aunque reconocieron que sus investigaciones todavía no han dado resultados. Se investiga tanto en el entorno de los «fichados» en León y de provincias cercanas como Valladolid. El informe Raxen del Movimiento contra la Intolerancia no menciona ningún incidente relevante de activistas de extrema derecha o bandas neonazis en León hasta abril del 2004, aunque recoge el asesinato de un hombre en La Candamia bajo un rito satánico.
Actos violentos atribuidos a grupos neonazis como el ataque a la sede de la CNT, hace poco más de un año, y peleas protagonizadas entre bandas en el Húmedo, especialmente en torno a acontecimientos futbolísticos han pasado desapercibidos en la ciudad, aunque existe constancia policial. La Policía alertó este verano a varios locales de León ante la celebración de un concierto «neonazi».
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