Además del propio Lissavetzky y su director general, Rafael Blanco, asistieron a la cita representantes de todos los organismos implicados: Federación Española de Fútbol (Ángel Villar), Liga Profesional (José Luis Astiazarán), AFE (Gerardo González Movilla), Ministerio del Interior (Rosario García, directora general de Política Interior) y Comisión Antiviolencia (Javier Durán). La secretaria de Educación y Ciencia del Partido Socialista, Eva Almunia, mostró su apoyo a esta propuesta,

«Nuestro objetivo es que todos los presidentes de los clubes de Primera y Segunda división, los capitanes, los entrenadores, los árbitros y todo el mundo del fútbol se reúnan en el CSD para la firma de este protocolo y se vea que el mundo del fútbol está unido en la lucha contra esta lacra», apuntó Lissavetzky, quien incluyó también la posibilidad de realizar una modificación de la Ley del Deporte.

Medidas de choque, ya

«Pero la modificación de una Ley es un proceso largo porque tiene que ser tramitada en el Congreso y todo ello tiene unos plazos legales». A la espera de ello, y como medida de choque, Lis-savetzky ha pedido a todas las partes implicadas que utilicen las leyes actuales y que apliquen las sanciones máximas que se contemplan, tanto en el ámbito federativo (jugadores, entrenadores...), como en el administrativo (espectadores), al pasar a considerarse esta infracción como «falta muy grave». También señaló que se debe trabajar en la desmantelación de los grupos radicales o, si no, en su regularización «para saber las personas que hay detrás de ellos».

«La Comisión Antiviolencia sirve para el día a día, pero no para ir más allá y para hacer reflexiones de carácter general», añadió Lissavetzky como argumento justificativo de este protocolo.

También instó a que se favorezca la integración de los inmigrantes dentro de las competiciones de aficionados que «por vacíos legales se ven obligados a jugar en guetos deportivos», señaló en clara referencia a la ley que prohíbe a los clubes aficionados tener extranjeros. En este sentido, el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, ha dirigido un escrito a la ministra de Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo, en el que ha solicitado que se «acabe con los reglamentos que obstaculizan e impiden el acceso de los inmigrantes a las competiciones aficionadas federadas», ya que supone «un verdadero «apartheid» de la inmigración» y les obliga a crear sus propios campeonatos. «El fútbol debe ser un factor de integración, no el problema y sí la solución de los problemas de racismo y xenofobia», matizó Jaime Lissavetzky.