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Insólita petición de segregación racial educativa

    LONDRES.- Trevor Phillips, un hombre negro miembro de la Orden del Imperio Británico, y que encabeza la llamada Comisión por la Igualdad Racial, provocó ayer grandes titulares al afirmar que la separación de adolescentes negros puede ser una buena idea para ayudarles son sus dificultades escolares. Según los últimos datos, sólo el 36% de los adolescentes afrocaribeños aprueba los exámenes que se hacen aquí a los 16 años (GCSE) como paso previo a la Universidad. La media de los chicos blancos está en el 52%. Curiosamente, el mal no afecta a las adolescentes negras, cuya media se asemeja a la de los blancos.

En este contexto, Phillips afirmó que, hoy en día, los adolescentes negros no consideran que sea «guay» ser listos y sacar buenas notas, y que estos chicos carecen de autoestima y de modelos a seguir. «Si la única forma de romper la barrera negativa de actitud que rodea a los niños blancos es dándoles clases separadamente, entonces deberíamos de estar preparados para hacerlo», dijo.

Su respuesta venía a cuento de un experimento que se ha realizado en un colegio de Estados Unidos. En la zona este de Saint Louis, mayoritariamente negra, se ha demostrado que los resultados escolares mejoraron un 12% tras separar a los chicos y darles clases de lengua inglesa.

El vicesecretario general de la Asociación de Profesores de Secundarias, Martin Ward, fue una de las numerosas personas que ayer criticaron las palabras de Phillips. Para algunos, lo que éste propone es un «apartheid educativo». Para otros, un acto ilegal que pretende trasladar la educación a los años de la segregación racial de los Estados Unidos del siglo pasado. Phillips, sin embargo, sigue pensando que su teoría es correcta, y que, al menos, vale la pena estudiarla.

Esta no es la primera vez que Phillips descubre que sus palabras son malinterpretadas. El pasado octubre afirmó en un artículo que todos los policías son racistas. El año pasado, sugirió que había que revisar el concepto de lo multicultural, que estaba dañando a la sociedad británica.