El Verona, equipo que milita en la Serie B italiana, ha visto como la Federación Italiana (FIGC) ha decidido clausurar su estadio por un partido como consecuencia de los insultos de parte de sus aficionados al senegalés Ferdinand Coly, jugador del Perugia, en el encuentro entre ambos equipos jugado el pasado viernes. Algunos grupos de seguidores del club veronés insultaron con tintes racistas y cantaron himnos contrarios a las personas negras cada vez que Coly tocaba el balón.

Es la primera vez que la FIGC sanciona con el cierre del estadio el comportamiento xenófobo de una afición. El Verona tiene ya tras de sí un amplio historial de incidentes racistas protagonizados por sus hinchas y, con la sanción, deberán jugar el encuentro que le enfrentará a la Salernitana el próximo 28 de mayo en el estadio Bentegodi a puerta cerrada.

El Comité Disciplinario de la FIGC decidió tomar esta medida ejemplarizante y cerrar el campo "por dos motivos. El primero de ellos, la persecución racista de la que fue objeto Ferdinand Coly durante todo el encuentro. El segundo, que el Verona ya ha sido sancionado en otras cuatro ocasiones esta temporada por abusos racistas de sus hinchas sin que las multas sirvieran de escarmiento".

Coly señaló tras tener conocimiento de la sanción que "me alegro. Yo estoy orgulloso del color de mi piel".