|
|
|
Un rato después de exhibir símbolos nazis y fascistas en el estadio Ciutat de València, escenario el pasado domingo del derby Levante-Valencia, medio centenar de ultras de este último equipo intimidaron a varios de sus jugadores, que fueron acorralados ante la puerta del aparcamiento al que acudieron a recoger sus coches, frente al campo de Mestalla. Los jugadores estuvieron retenidos durante unos 20 minutos. Los hechos se produjeron días después de que dirigentes del Frente Atlético irrumpieran, tras romper una valla, en el entrenamiento del conjunto madrileño.
"¡Deberíais haber ganado!", les espetaron los radicales, disconformes con el resultado del encuentro (0-0), a los futbolistas del Valencia: "¿No estaría amañado, verdad? Sabéis que nos sacrificamos mucho, que la entrada nos ha costado 35 euros..."
"Nos bloquearon la salida", contó ayer Manuel Macià, delegado del Valencia, "pero en ningún momento hubo amenazas". Sin embargo, las imágenes que grabó un videoaficionado y que fueron emitidas ayer por la televisión autonómica valenciana (Canal 9) muestran a varios futbolistas, entre ellos el capitán, Albelda; Marchena, Xisco y Corradi, angustiados mientras son increpados por un grupo de cabezas rapadas, miembros de la peña Yomus, próxima a la extrema derecha. Tras unos minutos de "diálogo", según Macià, los ultras se dispersaron y permitieron que los jugadores abandonasen con sus vehículos el edificio.
"Fue más el tumulto que otra cosa", insiste Macià; "se fueron acercando poco a poco, pero amistosamente. Al final, nos saludamos todos y nos dejaron salir". "Coincidimos ahí", continúa el delegado valencianista, "después del partido. Fue una casualidad. A ellos les escoltó la policía desde el campo del Levante hasta Mestalla. Nosotros estábamos en el edificio en el que aparcamos los coches, al lado del campo, y nos entretuvimos mientras esperábamos que nos trajeran la llave del aparcamiento. No pasó nada".
Los Yomus han protagonizado numerosos incidentes en los últimos años. El domingo, en el Ciutat de València, desplegaron banderas españolas anticonstitucionales e hicieron apología del asesinato del joven antirracista Guillem Agulló, ocurrido en Montanejos (Castellón) en abril de 1993 y por el que fue condenado uno de los cuatro acusados. "¿Dónde están los amigos de Guillem?", cantaron durante el partido los Yomus, que también desplegaron un cartel: "Montanejos 93". Acabado el encuentro, entonaron el Cara al sol, insultaron a los aficionados levantinistas y abandonaron el estadio mientras cruzaban cómplices gestos con los guardas jurados de Levantina de Seguridad, empresa propiedad de José Luis Roberto, fundador del partido de extrema derecha España 2000 y promotor de veladas de lucha al límite, una modalidad de arte marcial que permite todo tipo de golpes y finaliza cuando uno de los contrincantes pierde el sentido o suplica el final del combate.
Miembros de los Yomus han amenazado a directivos de la Agrupación de Peñas del club, que ha instado al Valencia a que adopte medidas contra este grupo. En vano. "Hay consejeros del Valencia, entre ellos el ex presidente Jaime Ortí, que les han dado entradas", revela una fuente de la peña, que denuncia el chantaje a que someten los ultras a los directivos: "Hace un tiempo, en Valladolid, asaltaron el hotel del equipo para que el club les consiguiera entradas más baratas".
Cuatro miembros de los Yomus, entre ellos el ex presidente de la peña, Ramón Castro, alias Levis, fueron condenados la semana pasada a dos años y medio de prisión por desorden público y atentado. Los hechos se produjeron en agosto de 2002, cuando un conato de invasión del terreno de juego se saldó con varios policías heridos por mordiscos, patadas en el pecho, botellazos en la cabeza y pedradas. El fallo considera "frecuentes y de gran alarma social los altercados con los grupos ultras de los clubes de fútbol".
La semana pasada, varios ultras del Atlético invadieron el entrenamiento de la plantilla rojiblanca y amenazaron a los jugadores. Los exaltados entraron en el campo tras romper a patadas una valla metálica para después insultar y amenazar de muerte a los futbolistas y al cuerpo técnico.
|
|
|
|
|