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El Rey subraya la importancia de la Conferencia de la OSCE para erradicar la intolerancia

    Don Juan Carlos pronunció estas palabras en el brindis del almuerzo ofrecido en el Salón de los Mosaicos del Palacio del Alcázar por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, en honor de los jefes de las delegaciones asistentes a la Conferencia de la OSCE sobre Antisemitismo y Otras Formas de Intolerancia.

Tras destacar la importancia de una conferencia internacional cuyo objetivo es contribuir a erradicar todo tipo de actitudes intolerantes 'mediante una reflexión equilibrada y profunda', el Rey se mostró convencido 'de que entre todos lograrán estimular una creciente sensibilidad, que alcance a toda la sociedad, frente a las citadas actitudes o comportamientos, siempre injustificables'.

El Rey destacó asimismo el hecho de que la Conferencia se celebre en Córdoba, una ciudad que, según reflexionó, 'debe su extraordinaria belleza no sólo a su peculiar armonía de luz y de color, sino esencialmente a su singular historia, símbolo de la coexistencia en armonía de las culturas cristiana, judía y musulmana'.

'Permítanme, finalmente, que levante mi copa para que la armonía de Córdoba impregne el pulso de sus debates e inspire los futuros pasos a dar en cumplimiento de los objetivos de esta Conferencia', concluyó el monarca.


OSCE: Moratinos pide medidas obligatorias para acabar con la discriminación. CNN+


El ministro de Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, ha inaugurado este miércoles en Córdoba la III Conferencia Internacional sobre Antisemitismo y sobre otras formas de intolerancia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

Moratinos ha asegurado que contra el antisemitismo y la intolerancia "no valen las declaraciones" sino que hay que implantar "medidas concretas de carácter obligatorio" para acabar con la discriminación y para "acomodar" el hecho religioso en la sociedad.

El ministro ha destacado la necesidad de implementar medidas para facilitar la integración de los musulmanes y evitar que haya quien "cae en la trampa de identificar al Islam y a quienes lo practican con la intolerancia cuando no con el terrorismo".

En Córdoba se reúnen los 55 países que forman parte de la OSCE y en el encuentro se abordan temas como el antisemitismo y los medios de comunicación, la educación y el holocausto, la lucha contra los crímenes causados por el odio, y la lucha contra la intolerancia y la discriminación contra musulmanes, cristianos y miembros de otras religiones.


OSCE IMPULSARÁ PLANES CONTRA LA INTOLERANCIA ESECÍFICOS PARA PAÍSES.


Los participantes en la Conferencia de la OSCE encargarán a la Oficina de Derechos Humanos de esta organización que elabore programas específicos de lucha contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia para los distintos países miembros.

Este es uno de los principales acuerdos de la denominada 'Declaración de Córdoba', que será aprobada mañana en la jornada de clausura de la Conferencia sobre Antisemitismo y Otras Formas de Intolerancia, en la que participan representantes de una cincuentena de Gobiernos y numerosos expertos en conflictos civiles.

La declaración rechaza la identificación del extremismo y el terrorismo con cualquier religión, nacionalidad o grupo étnico y advierte de que los acontecimientos políticos nunca justifican actitudes de racismo, xenofobia y discriminación, incluida la intolerancia contra los musulmanes y los cristianos.

En este contexto, especifica que 'los acontecimientos internacionales o asuntos políticos', entre ellos los de Israel y Oriente Próximo, 'nunca justifican el antisemitismo'.

El texto de conclusiones reafirma el compromiso de luchar contra la intolerancia mediante la difusión de datos relativos a este tipo de delitos, la elaboración y aplicación de leyes, la puesta en marcha de programas educativos y la utilización de los medios informativos e Internet para sensibilizar a la sociedad.

Para ayudar a los países en esta tarea, la OSCE encomendará a su Oficina de Derechos Humanos que colabore con los Estados interesados en la elaboración de proyectos específicos y les aconseje sobre cómo llevar a cabo las necesarias reformas legislativas y el establecimiento de programas de seguimiento.

Según destacaron fuentes diplomáticas, España participa ya en la financiación de programas educativos antisemitas de la OSCE, en un registro de datos en Internet sobre crímenes de intolerancia y en la formación de fuerzas de seguridad para la lucha contra este tipo de delitos.

Asimismo, el texto insta a la Oficina de Derechos Humanos de la OSCE a cooperar con otras instituciones internacionales que luchan por erradicar la discriminación racial o religiosa o la xenofobia, entre ellas el Comité de la ONU para la eliminación de la discriminación racial y la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia.

La Declaración de Córdoba destaca también la importancia de facilitar e impulsar el diálogo 'abierto y transparente' entre religiones y culturas, así como de garantizar la libertad del individuo a profesar y practicar una creencia por medio de leyes, regulaciones y políticas no discriminatorias'.

La primera jornada de la Conferencia concluye esta noche con una cena en el Palacio de la Merced, ofrecida en honor de los jefes de las delegaciones internacionales por el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves.


OSCE AFIRMA QUE LAS ACCIONES POLÍTICAS NUNCA JUSTIFICAN RACISMO O XENOFOBIA.


La OSCE advirtió hoy de que las decisiones de los Gobiernos nunca deben servir para justificar el racismo, la xenofobia o la discriminación de grupos sociales o religiosos y que los actos de terrorismo no deben ser identificados con ninguna religión, cultura o grupo étnico.

Estas son dos de las principales recomendaciones acordadas en la Conferencia de la OSCE que ha reunido en Córdoba a representantes de más de 50 países para analizar los avances en la lucha contra el antisemitismo, los perjuicios contra las religiones y otras formas de intolerancia.

Representantes gubernamentales y numerosos expertos en conflictos sociales han subrayado la importancia de afrontar esta lucha de manera coordinada entre todos los países y, en especial, a través de la educación, para reconocer y atajar el problema desde el momento de su aparición.

Todos ellos advirtieron sobre los peligros de una creciente falta de tolerancia e incomprensión entre grupos de distintas religiones, un fenómeno que, si bien no es nuevo, se ha visto incrementado a raíz de los atentados islamistas de Nueva York y Madrid, y a causa de un aumento de los movimientos migratorios de países musulmanes hacia Europa.

Además, la conferencia, convocada con el objetivo de valorar los avances puestos en práctica por los distintos países, encomendó a la Oficina de Derechos Humanos de la OSCE la tarea de elaborar planes específicos para orientar a los países en el desarrollo de medidas como recolección y manejo de información, legislación e implementación, y diseño de programas educativos y de capacitación de funcionarios públicos.

En la jornada de inauguración, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, subrayó que en la lucha contra la intolerancia 'no valen las declaraciones' sino que hay que implantar 'medidas concretas de carácter obligatorio' para acabar con la discriminación y para 'acomodar' el hecho religioso en la sociedad.

Así, Moratinos destacó la necesidad de implementar medidas para facilitar la integración de los musulmanes y evitar que haya quien 'cae en la trampa de identificar al islam y a quienes lo practican con la intolerancia cuando no con el terrorismo'.

En el turno de intervenciones, el representante israelí Michael Melchior advirtió sobre el resurgir del antisemitismo en el mundo y apostó por impulsar un 'diálogo de civilizaciones' que promueva la educación y el diálogo para 'vencer a la intolerancia'.

Por su parte, el representante de Estados Unidos y gobernador del estado de Nueva York, George Pataki, propuso imponer penas más severas por actos de intolerancia religiosa, xenofobia o por discriminación sexual; fomentar la formación de policías y otros funcionarios en materia de tolerancia, y potenciar la creación de grupos comunitarios que 'eduquen en la diversidad'.

El viceministro marroquí de Exteriores, Taieb Fassi Fihri, expresó su preocupación por la 'islamofobia' y las discriminaciones que sufren los inmigrantes musulmanes en los países europeos y apeló a la responsabilidad de los Estados para que contribuyan a luchar contra los fenómenos de segregación.

Además, subrayó la necesidad de que los miembros de la OSCE coordinen su labor 'con un enfoque global, equilibrado y no selectivo en el tratamiento de las distintas formas de intolerancia'.

Por su parte, y en nombre de la Santa Sede, el arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, aseguró que 'la intolerancia y la discriminación contra los cristianos es un fenómeno preocupante al que hay que poner fin con la misma determinación con que se combate el antisemitismo y la discriminación de los musulmanes'.

Así, pidió que se establezcan medidas concretas para 'combatir y contrastar prejuicios y falsas representaciones de los cristianos' en los medios de comunicación y en los sistemas educativos y para garantizar la libertad religiosa evitando hacer 'del antisemitismo y de las discriminación de los musulmanes o los cristianos una especie de jerarquía'.

Por su parte, el ministro luxemburgués de Exteriores y presidente de turno del Consejo de la UE, Jean Asselborn, expresó la determinación de la Unión de movilizar a los Gobiernos y las sociedades europeas para 'luchar sin respiro' contra la 'abominación' que supone 'el resurgimiento del antisemitismo'.

Asselborn subrayó la voluntad común de los países comunitarios de 'promover soluciones enérgicas para luchar contra estos fenómenos inadmisibles' y animó a garantizar la aplicación de los compromisos asumidos por los Estados miembros de esta organización, con una atención especial a la integración de los inmigrantes.

En el acto también intervino la presidenta de la Fundación sobre el Holocausto, Simone Veil, que subrayó que el odio 'contra todo lo que sea distinto y extranjero' surge de la ignorancia, por lo que la principal arma para frenarlo debe ser la educación, 'ya que no hay nada más maleable que el cerebro de un niño'.