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Fascismo en el Fútbol. La Federación Alemana se enfrenta a su pasado.

    Durante décadas, casi todos los alemanes asociaban el nombre de Sepp Herberger al llamado "Milagro de Berna", cuando la selección alemana ganó a Hungría consiguiendo así el título del Mundial de 1954, toda una inyección de euforia para la Alemania derrotada de la posguerra.

Pero no todo son laureles en la trayectoria profesional de Sepp Herberger. La carrera del seleccionador nacional no comenzó después de la gran guerra. Ya en los primeros años de Hitler, el directivo estaba afiliado al partido como tantos otros funcionarios relacionados con la Federación y el mundo del deporte.


El Fútbol bajo la Esvástica

Por ocultar este oscuro capítulo del pasado, la Federación Alemana (DFB) tuvo que soportar algunas críticas durante la celebración de su centenario. Cinco años después, aclarar este periodo es el objetivo del libro presentado por Nils Havemann y Klaus Hildebrand por encargo de la Federación: "El fútbol bajo la esvástica. La DFB entre deporte, política y comercio".

El estudio publicado llega a una conclusión clara tras el examen de documentos en Alemania y en el extranjero. Junto con Herberger, la mayoría de los directivos de la DFB colaboraron con el régimen. "Él no tuvo nada que ver con la ideología, pero fue usado con su consentimiento por una ideología inhumana", comentó Nils Havemann. Herberger incluso colaboró en la película de propaganda "Das Grosse Spiel" (el gran juego).

Por incapacidad, ignorancia, oportunismo o ambiciones profesionales, los funcionarios del deporte colaboraron con el régimen convirtiéndose en cómplices de la maquinaria nacionalsocialista. "Esta perfectamente claro que la cúpula de la DFB no era parte de la resistencia", aclaró Theo Zwanziger, presidente de la Federación.

Fútbol contra la Xenofobia

Pero ahora es tiempo de enmienda. Sobre todo cuando Alemania espera la visita de millones de aficionados al Mundial 2006. Incluso el propio ministro del Interior Otto Schily alabó la publicación del libro: "Puedo imaginar que muchos visitantes quieran preguntar lo que pasó entre 1933 y 1945". La DFB se pone así a la par de otras instituciones deportivas y empresas, que ya publicaron sus estudios sobre la época del nacionalsocialismo y la colaboración con el régimen.

Durante el acto de presentación, la Federación anunció también la instauración del premio Julius Hirsch, honrando así al jugador de la selección alemana asesinado por los nazis en el campo de exterminio de Auswitz. "Con este premio, queremos mostrar que es nuestro deber defender nuestra democracia y nuestros valores constitucionales", comentó Zwanziger. "Queremos usar nuestra posición en la sociedad para promover la libertad, la tolerancia y la humanidad".

El primer galardonado será el Bayern de Munich, que recibirá el premio el próximo nueve de diciembre por su trabajo contra el racismo y la xenofobia. Según Zwanziger, pocos jugadores se pronunciaron contra las medidas del régimen como los del Bayern. Y todavía sigue trabajando. Así lo demostró el partido organizado por el club, en el que jugaron sus juveniles contra un combinado de Israel y Palestina. Con la publicación del libro y el premio, la Federación Alemana limpia así una imagen que le acompañó en la sombra durante los últimos 60 años de su historia.