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Las acusaciones del caso Bastión mantienen la imputación por asociación ilícita al considerar que existe jurisprudencia.

    Durante la lectura de los informes de conclusiones finales en el juicio que se sigue a Carlos Alfonso B.F., Ignacio R.F., Ricardo G.C., Miguel Ángel M.B., Pablo R.R., José Ismael B.M., Jorge M.F., Alexis S.F. y José Luis L.S, Juan Ignacio C.S. e Israel G.C. en la sección séptima de la Audiencia madrileña, la letrada de la acusación particular expuso que existen numerosos elementos que demuestran la presencia de Bastión como grupo.

De este modo, citó que los imputados hacían publicidad de la organización con la pancarta y matizó que el grupo tiene un nombre de marcado carácter militar, elige el bar 'El Parador' como punto de reunión, organiza actividades ilícitas, exhibe símbolos nazis prohibidos, sus miembros van uniformados, son racistas y organizan viajes para apoyar a un equipo de fútbol con el fin de captar a jóvenes.

Asimismo, la letrada también mantuvo la acusación por desórdenes públicos y por resistencia a la autoridad. Además, apuntó que en este caso no concurre la atenuante de confesión porque ésta sólo afectó a algunos detalles de los hechos.

JAMÁS SE HA RECONOCIDO A UN GRUPO ULTRA COMO TAL

El letrado de la acusación popular se adhirió a todo lo manifestado por su compañera y excluyó la agravante de discriminación que en un principio tenía destacado en su escrito de acusación. En cuanto al delito de asociación ilícita apuntó que no hay jurisprudencia porque "jamás" se ha reconocido a un grupo ultra como tal.

Destacó que en este caso existe una organización y una financiación y aseguró que Miguel Ángel M.B., alias 'El Tocho', no era el jefe de Bastión, ya que los mandamases "eran los que llevaban las navajas". Además, el abogado quiso manifestar que en este tipo de temas existe una actitud resignada de la fiscalía al no apoyarse en una determinada jurisprudencia, motivo por el que las asociaciones ilícitas quedan impunes.

Por su parte, las defensas mantuvieron la libre absolución para sus patrocinados al considerar que la muerte de Aitor Zabaleta el 8 de diciembre de 1998 antes del encuentro que iban a disputar la Real Sociedad y el Atlético de Madrid en el estadio Vicente Calderón "ha desvirtuado" los hechos que se han enjuiciado.

Asimismo, apuntaron que el supuesto grupo Bastión "no tenía financiación concreta" y afirmó que tan sólo eran grupos de amigos aislados que se reunían esporádicamente en los partidos de fútbol y en los que no mandaba nadie. Los abogados de la defensa terminarán de exponer sus informes finales mañana y el juicio quedará visto para sentencia.