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La Fundación Atman aborda la integración de los musulmanes en Europa y la resolución del conflicto palestino-israelí

    El teólogo musulmán Tarik Ramadan abogó hoy por impulsar "movimientos nacionales en los países europeos que promuevan la integración local de los musulmanes, en una intervención que centró la atención de los asistentes por la polémica surgida en torno a su asistencia después de que Estados Unidos haya vetado su entrada en el país tras unas declaraciones sobre el 11-S.

Ramadan dijo ser una persona que se siente "muy sensibilizado" por conectar a los musulmanes con las distintas sociedades civiles. "Pienso que deberíamos crear movimientos nacionales con iniciativas locales, tener en cuenta las realidades sociales al mismo tiempo que las integraciones locales", propuso como forma de crear espacios de confianza mutua.

Este estudioso del Islam por la Universidad de Génova constató que en Europa hay movimientos de ciudadanos "sensibles a la opresión", aunque criticó especialmente los brotes de racismo y xenofobia contra los musulmanes, que comparó con la situación que padecieron los judíos en el continente durante las décadas de los treinta y los cuarenta.

"El racismo y la xenofobia se institucionaliza. Lo siento, pero hoy en Occidente estamos escuchando sobre el Islam y los musulmanes lo que escuchábamos de los judíos en los años treinta y cuarenta. Volvemos a las mismas posturas de racismo y xenofobia", afirmó.

En este sentido, reclamó que haya un claro discurso contra la percepción de que el árabe y musulmán es un "peligro" para el mundo occidental y lamentó la aparición de nuevas tendencias en Europa basadas en una "nueva ideología del miedo", que está "alimentada e instrumentalizada" en todos los ámbitos de la sociedad.

Ramadan se mostró contrario a la idea de que hay una fractura entre civilizaciones. "Si miramos el mundo musulmán vemos fracturas potenciales entre musulmanes que se pueden considerar musulmanes contra Occidente y los que comprenden que tienen valores universales, que pueden construirlos con los demás. En Occidente es lo mismo, hay fracturas internas con la idea de que no somos portadores de valores occidentales y ahí entra la vía de la Alianza de Civilizaciones", manifestó.

A su juicio, es "absolutamente necesario" que los occidentales y los musulmanes "no se obcequen en el radicalismo del otro" y aporten soluciones que tienen que ser "urgentes" ante la constatación de que hay un "déficit de memoria" en el que únicamente se vive lo emocional. "Es fundamental reconciliar nuestros valores y comprehensión con una educación que se centre en la diversidad. El gran problema de los sistemas educativos en Occidente o de las sociedades musulmanas es que tienen clases de historia que son muy reduccionistas", estimó.

ISRAEL ADVIERTE DE UNA "GUERRA DE RELIGIÓN"

Ramadan se colocó en el debate junto al director del Centro Peres por la Paz en Tel Aviv, Ron Pundak, que centró su discurso en solucionar el conflicto de Oriente Próximo. Abogó por una resolución pues beneficiaría al resto del mundo, pero en caso contrario, el contencioso entre israelíes y palestinos podría ser "una guerra de religión".

"El diálogo es algo, mucho más profundo que un tiro aquí y otro allá, tenemos que iniciar este camino. Tenemos que ir a más largo plazo, sobre todo a través de la educación para que se pueda dialogar con el otro", señaló Pundak, colaborador del viceprimer ministro y líder laborista, Simon Peres, e hizo hincapié en que el 70 por ciento de los israelíes están dispuestos a llegar a un acuerdo con los palestinos.

"El mensaje que escuchamos hace tres días del presidente iraní (Mahmud Ahmadineyad) es devastador, destroza. Es malo para todos los que están en esta sala. No puede un líder del mundo declarar algo de semejante calibre", dijo sobre las palabras de Ahmadineyad pidiendo que Israel fuese borrado del mundo.

No obstante, destacó los casos de colaboración entre israelíes y palestinos como el programa de subsidios de su país para atender a los menores palestinos que requieran operaciones quirúrgicas especiales. "Hemos salvado la vida de 1.500 niños palestinos y no preguntamos a los padres si estaban a favor de la paz", mencionó.

Previamente, el ministro turco de Estado para Asuntos Religiosos y copresidente del Grupo de Alto Nivel de la ONU para la Alianza de Civilizaciones junto a Federico Mayor Zaragoza, Mehmet Aydin, puso el ejemplo de su país como aplicación de una "vía intermedia" en las relaciones entre el Estado y la religión.

"Turquía tiene separación estricta entre el Estado y la religión pero se sigue manteniendo un vínculo en el que por ejemplo el Estado paga los estudios de los imanes", explicó. Aydin hizo hincapié en que cada cultura no puede interpretar de forma diferente la democracia. "Este relativismo no funciona. La democracia debe ser perfectamente identificable allí donde se dé. Toda la experiencia histórica del Islam nos lleva a una relación entre el Estado y la religión, lo cual no tiene que implicar una teocracia", subrayó.

INTERVENCIÓN DE GONZÁLEZ

El ex presidente del Gobierno Felipe González se centró en la separación de Estado e Iglesia una vez que confesó que es "un cristiano con una minusvalía" porque perdió la fe. Así, pidió que se excluyan los calificativos religiosos de la violencia terroristas por ser "desproporcionado e injusto" hablar de terrorismo islámico, y afirmó que se debe evitar tanto el confesionalismo como actividad militante como el laicismo como actitud militante y excluyente.

"El mundo está amenazado por el terrorismo internacional y rogaría que excluyéramos de nuestro lenguaje darle un calificativo religioso a la violencia terrorista. Me parece desproporcionado e injusto. Nunca hablaría ni hablaré de terrorismo islámico, sino de terrorismo internacional que golpea a todos los escenarios imaginarios tanto de países de mayoría islámica, cristiana o de cualquier otra confesión", afirmó.

La directora del Middle East Forum, Judith Kipper, indicó que "el otro" (en referencia al musulmán) exige "reciprocidad, respeto y que se le acepte en Europa. Además, terció en el conflicto entre israelíes y palestinos. El conflicto arabe-isralí parece ahora local, pero la base de este conflicto es que tiene que haber un tercero o terceros que ayuden en la solución. Estoy de acuerdo en resolverlo porque es un asunto muy explosivo y no podremos vivir con respeto en el planeta", dejó claro.

El creador de la vacuna de la malaria, el colombiano Manuel Elkin Patarroyo, subrayó que cada ser humano debe ser respetado y se apoyó en un concepto geográfico. "Todo istmo es un fragmento de tierra rodeado de agua menos por una parte que es por el cual se comunica al continente. Todo ismo es aislacionista y puede terminar siendo una ínsula que es completamente negativa para todos los individuos que se encuentran en esa isla. Catolicismo, islamismo, capitalismo, socialismo, comunismo, todos los ismos lo que hacen es excluir al otro", sostuvo.

Señlaó que desde el punto de vista científico "todo conocimiento debe conducir al desarrollo armónico y completo de toda la Humanidad" porque todos las personas son miembros de una sola especie humana y por consiguiente todos deben respetarse. "Como decía mi padre, un hombre bastante del común, si ninguno conoce los designios de la Divina Providencia ni se sabe para dónde va la evolución, todos debemos cuidar de todos para que la vida viva", concluyó.