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El historiador George Bensoussan atribuyó hoy el antisemitismo nazi a las ideas "milenarias cristianas europeas", muy arraigadas en España, en la presentación de su libro 'Historia de la Shoah', que redescubre cómo el crimen del holocausto no fue perpetuado por un grupo de asesinos, sino por toda una sociedad. El libro repasa la historia de la Shoah desde el punto de vista histórico real, y no desde la memoria de contenido moralizante.
La obra, editada por Anthropos, muestra en 142 páginas cómo se dio histórica, política e intelectualmente el genocidio de los judíos en la Europa moderna y contemporánea (siglos XIX y XX). De explorar los fundamentos históricos del aniquilamiento biológico (racial) y del discurso darvinista social que acabó en el "programa T4", auténtico laboratorio ideológico y material de la "Solución final".
De estudiar también la fase de exclusión de los judíos de la sociedad alemana y de las sociedades conquistadas por el III Reich (1933-1939), además de las diferentes etapas del rechazo y matanza de los judíos de Europa, desde los guetos, hasta la maquinaria de de fabricación de cadáveres, que fue Birkenau pasando por la fase de "Operaciones móviles de matanza", es decir, el rol de los Eisatzgruppen y la "operación Reinahardt".
Se trata de estudiar también otros aspectos del genocidio, como la resistencia al plan de aniquilamiento, la cuestión de la información, la de las reacciones de los países neutrales y de los aliados, y la evocación de los principales procesos. Para el autor, este antisemitismo apocalíptico nazi viene de causas lejanas: "de la historia cristiana, el darwinismo y de las antiluces".
PARALELISMO CON LA REPÚBLICA
El autor estableció un paralelismo "superficial" con los republicanos vencidos y olvidados de la Guerra Civil, y las víctimas del holocausto en la II Guerra Mundial. Sin embargo, "la República era un régimen, y el pueblo judío era disperso y estaba formado por individuos, se sentían de sus lugares de procedencia y lo único que les distinguía era la religión", aclaró. "Fue el enemigo agresor el que les identificó y trató como un pueblo al que había que exterminar", dijo.
El silencio que hubo en Europa sobre este asunto responde al sentimiento de culpabilidad que los países europeos alimentaron. La prueba está en una conocida frase desde la perspectiva de los judíos: "Ellos no nos perdonarán nunca el mal que nos han infringido". "Europa podrá dormir a pierna suelta si realmente se comprueba la actitud nazi de las antiguas víctimas, que ahora son verdugos en el actual conflicto árabe-israelí, que es una bendición en ese sentido para la conciencia de los europeos", aseguró.
Por otra parte, el silencio de las propias víctimas del holocausto "tiene que ver con que muchos eran jóvenes y cuando todo acabó formaron familias; no podían contar a sus hijos que en un momento de su vida fueron deshecho para muchos".
"Las creencias que se remontan al menos al siglo XI, de las que era heredera la ideología del III Reich, establecían que la felicidad llegaría cuando Cristo volviera y fuera reconocido por los judíos como mesías; de no ser así, la única alternativa era acabar con los judíos", explicó el historiador.
ENSEÑAR EL HOLOCAUTSO
Por otro lado, Reyes Mate, director del Instituto filosófico del CESIC, recordó que España ha vivido siempre pensando que lo ocurrido en Europa "no va con nuestro país ya que se declaró neutral y no vivían judíos". "La ignorancia y la inconsciencia" son los dos factores que han hecho a los españoles tratar con distancia la historia de la Shoah.
En este sentido, Mate, opinó que las enseñanzas de primaria y secundaria deben hacer mayor hincapié en este asunto y aseguró que este empeño tendrá continuidad. Por otra parte, animó a asistir al seminario '¿Enseñar el holocausto?', que tendrá lugar mañana en el Instituto Francés de Madrid, en que participarán autoridades públicas como el Secretario General de Educación en el Ministerio de Educación y Ciencia, Alejandro Tiana.
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