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Racismo en el Fútbol. La UE pide echar a los clubs que no lo atajen.

    Con la vista puesta en el Mundial de Alemania, el Parlamento Europeo presentará hoy una resolución en la que insta a la UEFA y a los clubs a adoptar una línea más severa en el combate de los actos racistas durante las competiciones. El texto viene avalado por la firma de 420 eurodiputados y será presentado en Estrasburgo por el presidente Josep Borrell, representantes de la UEFA y varios jugadores de fútbol internacionales, cuyos nombres no han trascendido.

Más poder para el colegiado

El Parlamento Europeo pide que se dote de más poderes a los árbitros para que puedan "interrumpir o anular partidos en caso de que se produzcan serios abusos racistas". Estas decisiones deberían tomarse siempre "de acuerdo a directrices claras y estrictas". La UEFA se ha comprometido a tener en cuenta las recomendaciones de los diputados en sus deliberaciones. La resolución parlamentaria recuerda los serios incidentes ocurridos en partidos de fútbol en toda Europa y condena "toda forma de racismo" alrededor de este deporte. La Eurocámara insta a las personas vinculadas al fútbol a que colaboren, en particular a jugadores y árbitros, para que "se expresen con frecuencia contra el racismo". Así de paso se aprovecharía para llamar la atención sobre la amplitud del problema en la sociedad.

Además, el Parlamento solicita a la UEFA y demás organizadores de competiciones que se planteen imponer sanciones deportivas a las asociaciones nacionales de fútbol o clubs cuyos aficionados incurran en ofensas racistas graves, "incluida la opción de expulsar de las competiciones a los reincidentes". Como complemento, la UEFA y el resto de los responsables de las competiciones deportivas europeas deberían poner en marcha planes de acción con medidas concretas para erradicar este fenómeno.

La resolución es una iniciativa conjunta de diputados de varias nacionalidades y familias políticas: la holandesa Emine Bozkurt, los británicos Claude Mores (grupo socialista) y Chris Heaton-Harris (Partido Popular Europeo) y los alemanes Alexander Nuno Alvaro (Liberal) y Cem Ozdemir (Verdes). "Lo más importante es que los responsables capten el mensaje e impongan sanciones adecuadas", declaró a Efe la diputada Bozkurt. El diputado laborista Moraes era partidario de pedir acciones concretas a las televisiones europeas, como eliminar el sonido y el color de la retransmisión de los partidos, como una manera de llamar la atención sobre el problema. O más radicales, como suspender la emisión, dando las explicaciones pertinentes a la audiencia.

Estas medidas fueron eliminadas de la declaración final para garantizar que el texto lograra una mayoría de firmas que lo convirtiera directamente en resolución, como finalmente ocurrió ayer.

Moraes, británico de origen asiático, sabe de lo que habla. En su juventud tuvo que soportar numerosos insultos durante los partidos de fútbol. El diputado se ha referido al partido amistoso Inglaterra-España del 2004, retransmitido en todo el mundo, y considera que ante estas situaciones, los medios tienen "un poder considerable" para usar "sanciones simbólicas y prácticas" y decidir qué conviene hacer en cada caso.