Según fuentes policiales, el crimen se produjo cuando un desconocido disparó varios tiros con un grupo de estudiantes extranjeros que acaban de salir de un club nocturno donde celebraban una fiesta estudiantil.

El estudiante africano asesinado, identificado como Lanzar Samba, era activista de una organización de defensa de derechos humanos, añadió la agencia rusa.

De acuerdo con la versión de diario digital local Fontanka.ru, junto al cadáver de Samba la policía halló una escopeta con una esvástica grabada en su culata, extremo que no ha sido confirmado por otras fuentes.

El asesinato del estudiante senegalés se produjo tres días después de que en Vorónezh, ciudad situada a unos 500 kilómetros al sur de Moscú, comenzara la vista del juicio por el asesinato de otro estudiante extranjero, el peruano Enrique Angeles Hurtado.

Angeles Hurtado, de 18 años, estudiante de primer año de la Academia de Arquitectura de Vorónezh, murió el 9 de octubre del año pasado tras ser agredido por una veintena de jóvenes armados con palos, barras metálicas y navajas.

En el mismo ataque, perpetrado en el recinto de un complejo deportivo, resultaron heridos otro peruano, Alejandro Lavaro Ayala, también de 18 años y estudiante de la Academia de Medicina, y el español Mario Potiño Rodríguez, filólogo de 30 años, que acababa de llegar a Vorónezh para perfeccionar sus conocimientos de ruso.

La frecuencia de este tipo de ataques ha llevado Valentina Matviyenko gobernadora de San Petersburgo, la segunda ciudad del país, ha declarar que el racismo y la xenofobia son amenazas para la sociedad 'comparables con el terrorismo'.

San Petersburgo, ciudad natal del presidente de Rusia, Vladímir Putin, se ha convertido en los últimos años en escenario de múltiples ataques racistas, que tienen como blanco a estudiantes extranjeros, principalmente asiáticos y africanos, y a inmigrantes procedentes de Asia Central.

La víspera del asesinato del estudiante africano, el presidente del Consejo de la Federación (Senado) de Rusia, Serguéi Mirónov, propuso que los delitos motivados por la xenofobia y el racismo sean calificados de crímenes terroristas.



Terra Actualidad - EFE