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Las fuerzas que intentan levantar los postrados estandartes del Nazismo y sembrar el odio racial, el extremismo y la xenofobia, conducen al mundo a un callejón sin salida, a un derramamiento de sangre sin sentido y a la crueldad', proclamó Putin ante miles de soldados y veteranos congregados en la Plaza Roja de Moscú.
El jefe del Kremlin, que pronunció estas palabras desde un estrado colocado frente al mausoleo de Lenin, subrayó que 'la caída del Nazismo debe servir de lección y aviso sobre lo inevitable de la retribución'.
'Tenemos el deber de recordar que la amenaza de la esclavitud existió durante la Segunda Guerra Mundial. Esa amenaza surgió debido a que se minusvaloró el impacto destructivo de la ideología nazi y a la falta de unanimidad entre los diferentes países', dijo.
Como resultado, agregó Putin, 'murieron millones de personas y la impronta de esta tragedia permanecerá en nuestros corazones de generación en generación'.
'Por eso, la solidaridad ante las amenazas de nuevo cuño sigue siendo un recurso decisivo de un valor incalculable. Paz, libertad y buena vecindad son los fundamentos de un orden mundial justo y democrático y de la seguridad global', aseveró.
El jefe del Kremlin ha aludido en varias ocasiones en los últimos meses al problema de la creciente xenofobia en Rusia, fenómeno personificado en los grupos de neonazis y 'cabezas rapadas' que se han cobrado la vida de 14 personas en lo que va de año, varios en San Petersburgo, ciudad natal del presidente ruso.
Además del discurso de Putin, el ministro de Defensa, Serguéi Ivanov, pasó revista uno a uno a los distintos regimientos del Ejército -unos 5.700 soldados-, tras lo que estos desfilaron como es tradición desde tiempos de la Unión Soviética.
El alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, cifró en más de medio millón las personas que se congregaron hoy en el Parque de la Victoria de Moscú para rendir tributo a los caídos en la Gran Guerra Patria, como se conoce en Rusia a la guerra contra la Alemania nazi, informó la agencia oficial Itar-Tass.
Además, varios miles de personas participaron en el acto alternativo convocado por el Partido Comunista en el centro de Moscú; mientras los comunistas de San Petersburgo aprovecharon la onomástica para reunir firmas con el fin de erigir un monumento a Stalin.
Once aviones se encargaron de garantizar un cielo despejado en la capital rusa utilizando nitrógeno líquido y yoduro de plata, mientras unos 15.000 policías vigilaban las calles.
Más de cinco millones de rusos participaron hoy en actos oficiales, desfiles militares, mítines y demás actividades para celebrar la victoria sobre la Alemania de Hitler, que invadió la URSS el 22 de junio de 1941.
Según una tradición vigente desde 1965, los rusos observan un minuto de silencio en memoria de los caídos -26,6 millones de personas, de ellas 8.680.000 soldados, según la historiografía oficial- a las 19:00 hora de Moscú.
Terra Actualidad - EFE (9.05.06)
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