El incremento en un 20% en el año anterior del volumen de delitos ultraderechistas y el éxito obtenido por NPD, el partido ultraderechista alemán, en los Estados de Sajonia y Mecklenburgo-Pomerania Occidental -en donde lograron el porcentaje requerido para estar representados en el Parlamento- ha llevado a un renovado debate en torno al fenómeno y a que el Gobierno federal y diversas organizaciones hayan decidido aunar esfuerzos para combatir una corriente ideológica que atenta contra la dignidad humana. En una reunión pluripartita se ha acordado tanto ampliar programas existentes como crear nuevos con el fin de hacer frente a esa ola de intolerancia.

Instrumentos de trabajo

Civitas -una iniciativa en contra del ultraderechismo en los Estados del Este alemán-, Xenos -un programa que combina medidas laborales con actividades en contra del racismo y la xenofobia- y Entimon, programa de formación política y democrática, son los instrumentos con los que se pretende aportar a la conciencia democrática, fomentar el comportamiento cívico y educar para la tolerancia. Se incluye, también, la creación de oficinas de consejería y apoyo a víctimas de la xenofobia y el neonazismo.

Los actores

Uwe-Karsten heye, presidente de la asociación Gesicht zeigen, afirmó que en diversos puntos del Este de Alemania hay regiones en donde el ultranacionalista NPD es el único partido que se mantiene contacto con la población en forma de ofertas sociales. Imperativo es, según el ex portavoz gubernamental, recuperar esos espacios.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Asociaciones juveniles protestan contra la presencia del NPD en el Parlamento de Meckemburgo

Por su parte, el presidente de la asociación Gegen Vergessen, für Demokratie (contra el olvido, por la democracia) Joachim Gauck, ve con buenos ojos los planes del gobierno de la canciller Angela Merkel de incrementar en cinco millones de euros el próximo año los fondos para la lucha contra el ultraderechismo. Gauck -quien lideró en su momento las manifestaciones en contra del moribundo sistema autoritario de la ex RDA y luego dirigió la Oficina que guardaba y administraba los inmensos archivos que había generado el espionaje estatal- se pronunció, sin embargo, en contra de descentralizar la lucha contra el ultraderechismo basándola en proyectos municipales.

Malos recuerdos

La presidenta del Consejo Central de los Judíos en Alemania, Charlotte Knobloch, afirmó que los crecientes actos violentos de trasfondo ultraderechista y antisemita le recuerdan a los años tras la llegada al poder de los nazis. "Los ataques antisemitas y ultraderechistas han alcanzado una agresividad tal que recuerda al periodo tras 1933", dijo en Berlín la superviviente del Holocausto y representante de la comunidad judía alemana. La quema de ejemplares del diario de Anna Frank, celebrada en Pretzien, o la interrupción debido a los gritos antisemitas de un partido de fútbol de liga regional en la que participaba un equipo judío berlinés muestran, así Knobloch, que no se trata de casos aislados.

El incremento de los fondos destinados para estos programas se ve, en general, con beneplácito, a pesar de ser considerado sólo un pequeño paso. Mayor rigor policial, exigen unos; una amplia de cumbre de las instituciones democráticas, solicitan otros.

A todos les queda claro, por lo menos sobre el papel, que imperativos son tanto una mayor campaña informativa como un incremento de la presencia de agentes democráticos que tengan contacto directo con la población de los Estados en que el ultraderechismo se propaga a ojos vista.

Mirra Banchón