BARCELONA.- Acababa de almorzar en el centro de día de Torrent (Valencia) al que acude desde hace tres años para recuperarse de una embolia, cuando dos policías uniformados le leyeron sus derechos y le comunicaron que estaba detenido. Rodolfo Eduardo Almirón Sena, de 70 años y, según la Justicia argentina, uno de los máximos responsables de los cerca de 1.550 crímenes atribuidos a la Alianza Anticomunista Argentina, o Triple A, salió acompañado de los uniformados a las 15.30 horas para ser conducido a la Audiencia Nacional, que tramita la petición de extradición de los juzgados federales argentinos.
El domingo 17 de diciembre, EL MUNDO publicó un extenso reportaje que daba cuenta de la presencia de Almirón en España y, concretamente, de que vivía con su mujer, la hispanoargentina Ana María Gil Calvo, en el popular barrio del Xenillet, en la localidad de Torrent, próxima a Valencia.

A partir de ese momento se desencadenaron los acontecimientos. En España, el Movimiento de Argentinos en el Exterior presentó una querella ante el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, el del juez Baltasar Garzón, para que se detuviera a Almirón y se citara en la causa a la ex presidenta argentina y viuda del general Juan Domingo Perón, María Estela Martínez (Isabelita); a Manuel Fraga, de quien Almirón ejerció de jefe de seguridad hasta 1983; y a Alberto Ruiz-Gallardón, a quien el matrimonio Almirón atribuyó la orden de mantenerse ocultos para no dañar la imagen de la entonces Alianza Popular, después de que el semanario Cambio 16 desvelara el tenebroso pasado del guardaespaldas del líder conservador.

Almirón, mano derecha del entonces ministro de Bienestar Social del Gobierno de Isabel Perón, Juan José López Rega, está acusado de «asociación ilícita y homicidio doblemente calificado por el número de personas intervinientes y por alevosía al menos en ocho oportunidades», «privación ilegal de la libertad y desaparición forzada al menos en tres oportunidades», según relata el juez federal del Correccional número 5 de Buenos Aires, Norberto Oyarbide, en su petición de detención y extradición de Almirón, en la que también considera los crímenes de la Triple A de lesa humanidad, lo que significa que jamás prescribirán.

A Almirón le señalan como el jefe militar de la organización de terrorismo de Estado, la Triple A, creada por el hombre fuerte del Gobierno de María Estela Martínez de Perón -o Isabelita, como prefería que la llamaran-, José López Rega, El Brujo, para acabar con la oposición interna. La investigación actualmente a cargo de Oyarbide se inició el 11 de julio de 1975 por una denuncia de Miguel Radrizzani Goñi contra López Rega, por entonces ministro de Bienestar Social, y los comisarios Almirón y Morales, jefes de custodias de Isabel Perón.

Entre los crímenes adjudicados a la Triple A, algunos supuestamente cometidos por la propia mano de Almirón, figuran, al menos, cuatro: el del diputado nacional Rodolfo Ortega Peña, ametrallado el 31 de julio de 1974 mientras descendía de un taxi en la intersección de las calles de Carlos Pellegrini y Arenales e iba acompañado de su esposa, Elena Villagra. El segundo homicidio es el de Julio Tomás Troxler, ex jefe de policía bonaerense y, a su vez, sobreviviente de los fusilamientos de peronistas en 1955. Los otros dos atentados fueron simultáneos. En el expediente judicial consta que a «Luis Angel Mendiburu lo mataron el 27 de septiembre de 1974 cuando intentó impedir que -no menos de nueve personas- secuestren al profesor universitario Silvio Frondizi, de su casa de la calle Cangallo 4474». Frondizi era hermano del ex presidente argentino Arturo Frondizi, y horas después fue encontrado acribillado en Ezeiza.

Almirón llegó a España en 1975 acompañando en su huida a su protector López Rega, que se instaló en Puerta de Hierro. Por su supuesta participación en Montejurra, EL MUNDO TV, a través de los periodistas Antonio Rubio y Manuel Cerdán, localizó en Madrid hace seis años a Almirón.